crónica negra de córdoba
El triple homicidio de María Auxiliadora
ABC rememora desde hoy algunos de los crímenes del pasado siglo que más han conmocionado a la ciudad
davinia delgado
La historia más truculenta de Córdoba se dibuja con la sangre derramada en crímenes atroces, acontecimientos que conmocionaron a la sociedad de su tiempo y que, a día de hoy, siguen espeluznando pese a los años transcurridos.
Algunos de estos sucesos aparecen recogidos en el ... libro «Crónica negra de la historia de Córdoba. Antología del crimen», escrito por el exmagistrado de la Audiencia Provincial de Córdoba Antonio Puebla Povedano y el comadante de artillería en la reserva José Cruz Gutiérrez. En el mismo, sus autores «exhuman» con escrúpulo crímenes que ocuparon la portada de los periódicos y las revistas de su tiempo.
Una de las historias recuperada en la citada obra es la que se recuerda como el crimen de «La Serena». Acaeció en 1914, en una taberna situada en la calle Mayor de San Lorenzo, la actual María Auxiliadora. Y se cometió durante la madrugada del 24 de diciembre de aquel año, una Nochebuena de terror y muerte con tres víctimas inocentes.
El protagonista del suceso fue Manuel Castillejo Tejero, conocido como «La Serena», apodo femenino «posiblemente, heredado de su madre», apunta el texto de Puebla Povedano y Cruz Gutiérrez. Aquella noche, después de cenar en su casa, el número 61 de la calle Costanillas, acudió con su mujer y sus dos hijos a la taberna de la calle Mayor de San Lorenzo, 147, a continuar la celebración, algo típico por aquel entonces.
Un tropezón fatal
El jolgorio, la comida y bebida, y los villancicos llenaban el establecimiento. A las tres y media de la madrugada, Castillejo y sus allegados decidieron marcharse a casa. «Pero momentos antes de partir, entró en el local un soldado de caballería y otro muchacho quienes, tras hacer unas consumiciones, optaron por irse», recoge el libro. No obstante, cuando salían por la puerta, uno de ellos tropezó con la mujer de La Serena y ésta, posiblemente influenciada por el alcohol, comenzó a insultar al soldado.
Castillejo enfureció y juró que mataría a todos los que pasaran por la calle. Dicho y hecho: el beodo sacó un arma blanca y la emprendió a navajazos con tres jóvenes que, casualmente, transitaban por allí.
Se trataba de Antonio Jiménez Muñoz, apodado «El Nudito», de 26 años. Fue agredido cuando orinaba en la esquina de la calle Trueque. También sufrió la ira de La Serena el soldado Rafael Muñoz, «El Prisco», un «pajaritero» que había salido a ver a su novia. Y, finalmente, Rafael Fernández, apodado «Mojino», que no murió en el acto, si bien su aliento se apagó en la Casa de Socorro.
Al parecer, la mujer del homicida también presentaba una herida leve en un glúteo. Al respecto, según aseveran los escritores de «Crónica negra de la historia de Córdoba», hay diversas versiones en los diarios de la época. ABC, por ejemplo, apuntó que fue el propio Castillejo quien la apuñaló, «siendo el motivo de ulteriores agresiones al acudir los jóvenes en auxilio de la mujer herida», recoge el libro.
El asesino se marchó a su casa con su mujer y sus hijos, donde, posteriormente, fue detenido y enviado a prisión. La sentencia no ha podido ser localizada, apuntan Cruz Gutiérrez y Puebla Povedano, si bien el «diagnóstico» jurídico es «sumamente claro. Se trata de tres delitos de homicidio concurriendo la atenuante de embriaguez», consideran los dos autores.
El triple homicidio de María Auxiliadora
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