PRETÉRITO IMPERFECTO
QUINCE CAMPANADAS
Quince campanadas para un año nuevo en Córdoba con sabor a viejo por el eco que arrastra y que espera mudar de piel
Quince campanadas para un año nuevo. Quince ecos de un año viejo que aún seguirán repitiéndose. «Campanazos» de tristeza, de ilusión, de ... absurdo o esperanza. Campanas de alegría o falsos repiques que solaparán el sonido auténtico. Campanitas de optimismo y secos golpes de pesimismo. Quince campanadas para un año nuevo, que sabe a viejo y que espera a mudar la piel a medida que nos repiquen las buenas nuevas con el paso del tiempo.
Pérez-Giménez. La agónica desaparición de un referente empresarial aquejada de una crónica dolencia de difícil tratamiento. Lo que nunca se hubiera de repetir y para el que esperamos una solución lo más digna posible.
Rey Heredia. Incumplir la norma, su graciosa majestad. La patada en la puerta y la política de hechos consumados para una solidaridad politizada. La vuelta del calcetín de lo políticamente correcto.
Mezquita-Catedral. El manido resorte electoralista y anticlerical de unos pirómanos que juegan con fuego. El disparate y el absurdo en una clase política que confirma, una vez más, los sondeos. Una farsa medieval. Cuentas pendientes.
Medina Azahara. La ciudad con nombre de flor marchita. Riego por goteo en la esperanza de que algún día cobre el esplendor. La gran desconocida que corre el peligro de la contienda electoral.
Centro de Ferias, Convenciones y Exposiciones. Remedio casero para la época de los divos y las divas. El reciclaje en el epílogo de maquetópolis. Un alarde nacido de los hervores electorales y que ha madurado en el sentido común. La baza del PP.
La promesa de Nieto. El mantra de 2014, la debilidad convertida en oportunidad. El osado reloj de arena de las próximas elecciones. La foto-finish a nuestra crisis. El quite sin capote al miura del paro.
C4, Centro de Creación Contemporánea de Córdoba. La mayor obra de surrealismo de la Junta, convertida en una galería de vanguardias y arte infumable. La nada en 27 millones de euros. Un contenedor de mala praxis. Gestión compartida, ya. Y un patronato.
Centro de Recepción de Visitantes. Otro ejemplar de sostenibilidad. La basílica laica, el muro de las lamentaciones para el legado del «hacedor» oficial. Enésima trinchera de lo estéril e inútil en política. La nueva sede de Izquierda Unida.
Ciudad de la Justicia. Calco de la vida de un expediente en un archivo de la Administración de Justicia en Andalucía. Durmiendo el sueño de los justos, despertó en un afortunado golpe de suerte y se reabrió la causa. Como la propia justicia, lenta, muy lenta.
Magna. La paradoja de unas cofradías cuestionadas por la pose folclórica de su estación de penitencia a las que se acude para que adornen una fe y manifestación religiosa sin necesidad de revestimientos.
Río Guadalquivir. La espina dorsal de Andalucía, su historia, su caudal de culturas, nuestro más allá sentimental, nuestro sabio límite y nuestro gran olvidado entre la maleza de nuestro desprecio.
Córdoba CF. Del cielo al suelo. La metáfora de una ciudad sin términos medios. La válvula de escape en manos de un escapista. Un placer prestado. Una pasión externalizada y finita. El gol a destiempo.
Turismo. El viejo negocio romántico del XIX en la nueva era digital. Una tabla de salvación, un banco de pruebas y una maleta llena de autoestima para embellecer un escaparate inédito.
Gastronomía. Es la Córdoba estoica y legendaria la que, gracias a Dios, no se ha marchado de los fogones. El buen sabor de una delicia a la que siempre hay que volver. Un motivo de celebración.
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