Un Belén para que los nietos conserven la tradición

Sus ojos brillosos cuentan que «desde chico he hecho el Belén clásico de mi casa, y como ya vivo solo, pues dedico todo el año a construir cosillas para el Nacimiento», que explica a los más de 80 visitantes -los tiene contados- con ese cariño de abuelo que hace que vivas estas fiestas con especial ilusión.

Esta muy orgulloso de haber participado en la fundación de la Asociación de Belenistas de Córdoba y cuenta que, tras realizar un curso de formación sobre este arte tan minucioso, se puso manos a la obra para fabricar todas las casas y montañas que rodean la un montaje con todo lujo de detalles.

Cuando le preguntas quién le ayuda a montar el Belén, contesta gracioso que «un servidor», aunque confiesa lleno de satisfacción que sus nietos le cuelgan las telas que hacen las veces de cielo.

¿Y cómo la memoria recuerda cada año dónde están los pastores y el riachuelo? Pues porque Eliseo empaqueta y etiqueta cada elemento en una cajita que guarda con mucho cuidado hasta la siguiente Navidad.

«Me gusta conservar la tradición en mis nietos, que disfrutan mucho con el Belén», se deshace al contarlo Eliseo; un Belén que hay que visitar más que nada por el primor de su belenista.

La casa de Eliseo se abre de 19.00 a 21.00 horas de lunes a sábado y de 12.00 a 14.00 horas los domingos y festivos hasta el 6 de enero pero, cualquier mañana es buena porque una vez hechos los recados, el belenista abre con gusto las puertas de su hogar al visitante.