Iniciativa exitosa
Siestas heroicas
Gana popularidad el descanso en los patios institucionales tras el almuerzo
R. AGUILAR
PUES sí que Córdoba se parece a la «La Regenta». Lo hace hasta en mayo. «La ciudad heroica dormía la siesta...». En los patios, habría que añadir. La idea más innovadora del certamen en marcha es la puesta a disposición de los visitantes a las ... casas que participan en la cita de tres recintos institucionales para que los turistas y los cordobeses que lo deseen puedan echar una cabezadita.
Los espacios destinados a este paréntesis sosegado entre las dos y las seis de la tarde son las casas de Rey Heredia, el Zoco Municipal y el Palacio de Orive. La iniciativa discurre con éxito. «Es verdad es que viene mucho despistado que entra pensando que esto es un patio como cualquier otro y se queda extrañado de que no haya macetas ni flores, sino solo mecedoras y música bajita, pero cuando le explicamos de qué se trata acaba sentándose...», señalaba ayer, poco después de la sobremesa, una de las personas encargadas de tener a punto el siestódromo, valga el término, de la calle Rey Heredia, y que prefirió preservar su identidad.
«A los españoles no hay que explicarles nada, porque saben perfectamente qué es una siesta, pero a los extranjeros...», bromeaba este mismo funcionario. A Eric Roberts le suena de algo qué es este tiempo de relajación posterior al almuerzo que la población vernáculo ha convertido en un ritual del descanso que observa con una puntualidad germana. «A nap, yo mean», acaba diciendo este ciudadano norteamericano que hace escala en España en una ruta por Europa y que asegura que conoció la fiesta que marca el calendario de mayo en el hotel en el que pernocta en Madrid. «En mi país no hay mucha costumbre de dormir la siesta, eso es cierto, pero sí sabemos qué es porque en México es más frecuente y allí todos tenemos un amigo mexicano que nos cuenta», asegura este hombre entrado en la cincuentena y procedente del Medio Oeste estadounidense. «Nosotros somos así y nadie nos va a cambiar», asegura María del Mar Álvarez, vallisoletana de nacimiento pero cordobesa de adopción. «Hemos recibido este fin de semana a un matrimonio de Ávila, amigos de toda la vida, que no conocían los patios y queríamos enseñárselos. Ellos están encantados, pero no pueden con el calor, así que estos ratitos de descanso nos vienen muy bien», afirma en el Patio del Jardín de Rey Heredia, de un color blanco ardiente sobre las seis de la tarde. «Además, creo que la siesta forma parte de los patios, y digo patios en su sentido más amplio, en el sentido de patrimonio inmaterial, de forma de vida», agrega esta mujer.
Quizás sea el Palacio de Orive el enclave más acogedor para rendir un sueño breve. La estancia umbría invita a que uno se siente en las hamacas reparadoras hechas de madera y esparto, algunas con sistemas de vaivén tradicionales y apoyabrazos que no tienen precio. Una música suave hace de nana, unas veces es flamenco y otra jazz sin estridencias. «Si es que me quedo dormida hasta yo», confiesa una funcionaria del área municipal de Fiestas que tiene su puesto de trabajo en la planta baja del edificio. «A más de uno tenemos que despertarle a las seis para avisarle de los que patios han vuelto a abrir», bromea.
Siestas heroicas
Noticias relacionadas
- El placer de la variedad floral
- Una tarde en San Lorenzo y San Andrés
- Los Patios de Córdoba, en 48 horas
- Mapa de las rutas de Patios
- La Fiesta nutre a numerosos negocios que surgen a su sombra
- Las escuelas ecuestres lusa y francesa ofrecen un espectáculo único
- El balcón de la calle Julio Romero de Torres, 9, primer premio
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete