IU intentó no pagar el IBI de sus edificios de Córdoba

IU tramitó su petición por medio del apoderado del Partido Comunista. Se refería a la sede central de Ambrosio de Morales y las ubicadas en la calle Pintor Peñalosa, en Travesía de la Acequia (Alcolea), Acera de la Iglesia (barriada del Ángel), Pintor Monroy, Veredón de los Frailes y calle Ancha (Santa Cruz). Se trata del patrimonio inmobiliario del partido, cuyo secretario andaluz es el senador José Manuel Mariscal.

El partido apoyó su reclamación valiéndose en el muy generoso sistema fiscal de los partidos políticos españoles. La ley de financiación, que data del año 2007, exonera a estas organizaciones de la totalidad de los rendimientos procedentes de los bienes y derechos que integran el patrimonio del partido político. Eso quiere decir que si una formación política alquila un local de su propiedad, no paga impuestos. El Consistorio rechazó la pretensión del Partido Comunista con una aplicación rigurosa de la norma. En tanto no existe un artículo que señale que los partidos están exentos, el Ayuntamiento decidió que no cabía perdonar el IBI. El PCA decidió recurrir la resolución. El recurso fue rechazado. Poco antes de realizarse la reclamación, IU llevó al Pleno del Consistorio una moción para que se le cobre la contribución a la Iglesia. «De acuerdo con el esfuerzo que se nos pide a todos los cordobeses, también se le ha de pedir un esfuerzo a las confesiones religiosas en estos momentos excepcionales, que no pagan el IBI», dijo el portavoz de IU, Francisco Tejada. El partido, a esas alturas, estaba haciendo lo posible por no tributar.

El Congreso de los Diputados estuvo a punto de perdonarle el IBI a los partidos en toda España en 2007. La Federación Española de Municipios y Provincias se dirigió a la Cámara Baja para pedirle que retirara ese artículo de la ley. Un informe de la Cámara de Cuentas asegura que el PCA es el único partido político andaluz que tiene inmuebles exentos en la comunidad. Ocurre en Almería y la Cámara no entiende exactamente por qué razón. El IBI es un tributo extraño. Grava la propiedad misma, no sus rendimientos. Y es la principal fórmula de financiación propia de los ayuntamientos. La Iglesia tiene la exención por los lugares de culto (como el resto de confesiones), por los monumentos histórico-artísticos (en España no pagan ninguno independientemente de su propietario) o por los equipamientos dedicados a la comunidad. Sin embargo, debe pagar por el resto de su patrimonio siempre que no esté afecto a un uso religiooso o social. La Iglesia tiene 385 inmuebles exentos en Córdoba capital. Otros 107 (34 de ellos de entidades religiosas) pertenecen a organizaciones no lucrativas como oenegés. Tampoco es extraño que un partido como IU intente no pagar el IBI porque, en realidad, las formaciones políticas en España están exentas de casi todo. Supuestamente, los partidos no pueden realizar actividades mercantiles aunque de todos es sabido que, por ejemplo, el PCE se financia con una caseta en la Feria de Córdoba o tiene abierta una tienda todo el año que dispone de una amplia y nutrida plataforma de venta en internet. Todos los rendimientos obtenidos no tributan ni IVA, ni Impuesto de Sociedades, ni Impuesto de Actividades Económicas.

También tienen un régimen especial las donaciones, que en el caso de IU conforman parte de sus ingresos. No generan impuestos y, además, desgravan. Todos los cargos públicos de la coalición abonan una parte de su salario a las arcas del partido. Cuando IU recrimina a la Iglesia la exención sobre donativos, en realidad carga contra privilegios que ella misma tiene.