Más de 1.300 cordobeses parten al encuentro con el Papa en la Jornada Mundial de la Juventud

El prelado insistió en que se trata «de un acontecimiento mundial de esperanza en un nuevo mundo que hay que ir construyendo». Los peregrinos que participen, desde los 16 y 17 años hasta 25, muchos más que en otros años por la cercanía de Lisboa, podrán hacerlo en tres modalidades distintas.

Así, los primeros partirán este miércoles, a las 5.30, hacia Portugal, ya que vivirán los llamados Días en la Diócesis: el encuentro con católicos de Aveiro, que los acogerán en dos arciprestazgos distintos. Con ellos convivirán en distintos pueblos, a razón de un autobús en cada parroquia.

«Se encontrarán con otros jóvenes, porque el fin es convivir, no quedarnos en nosotros», afirmó uno de los delegados de Juventud, Rafael Romero. Estarán acogidos por 231 familias, «que abrirán las puertas de su casa y de su corazón», y se vivirán momentos de oración, eucaristía, encuentro y también diversión.

Una vez allí, el domingo 31 de julio se encontrarán en Estoril con todos los españoles, unos 50.000 en total, para dar comienzo a los días grandes, con una misa que presidirá el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella.

Habrá peregrinos que sólo acudirán en la semana del 1 al 6 de agosto y un tercer grupo lo hará el fin de semana, para asistir al vía crucis, a la vigilia y la misa presidida por el Papa, entre otros acontecimientos, entre el viernes y el sábado.

También la diócesis de Córdoba será tierra de acogida para peregrinos de todo el mundo que pasan en la ciudad los días previos a la JMJ. En este tiempo se venerarán en la Catedral las reliquias de San Pelagio, titular del seminario y de una de las parroquias de la ciudad.

Ya ha llegado un grupo de 53 mexicanos y en los próximos días lo harán más de 4.000 personas de lugares como Australia, Chile, Honduras, Estados Unidos, Italia o Brasil. Se les enseñará la Catedral y se venerarán las reliquias del Niño Mártir, que se trasladarán en la tarde del martes 25 desde el seminario que lleva el nombre de San Pelagio hasta el primer templo.

El obispo recordó que se rezará, pero también habrá muchos encuentros, de forma que «los jóvenes podrán celebrar la alegría de ser jóvenes y de ser católicos». Un grupo de 60 voluntarios atenderá los 20 autobuses en que se desplazarán los jóvenes.