Las carreteras de Andalucía se cobran una vida cada dos días

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Fernando Barroso Vargas

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La Dirección General de Tráfico ha facilitado a ABC un informe más pormenorizado acerca de la siniestralidad en lo que va de año, y que aporta claves importantes para la reflexión. Una de ellas: el 29,7 por ciento de los accidentes mortales tuvo lugar en vías de alta capacidad, esto es, en autovías y autopistas. O dicho de otra manera: casi siete de cada diez siniestros acontecieron en una vía de carácter nacional sin los carriles desdoblados o en alguna autonómica o de gestionada por las diputaciones provinciales.

Más: casi la mitad de las personas (el 45,8 por ciento) perecieron a cuenta de una salida de vía, y los vehículos vulnerables coparon en torno a cuatro de cada diez siniestros que acabaron con visita a a morgue.

Además, se mantienen las cifras de fallecidos vulnerables en 2025 respecto de 2024 —en el grupo de vulnerables se incluyen las motocicletas, los patinetes, las bicicletas y los peatones—. En lo que llevamos de año, el 43,5% de las víctimas mortales en carretera han sido usuarios de este tipo; destaca también una similar cifra de fallecidos 2025 en motocicleta respecto de 2024 (37 frente a 36) y un significativo incremento de fallecidos en ciclomotor (de ninguna a cinco este año).

En relación al uso de los sistemas de seguridad, la DGT indica que de los cinco los fallecidos en bicicleta, tres no llevaban puesto el casco. Entre los fallecidos en ciclomotor, uno no hacía uso del casco. Respecto al uso del cinturón como sistema de seguridad, de los 60 fallecidos en turismo, el 35% no hacía uso de este dispositivo. Tampoco empleaban este sistena de sujeción el 60% de los fallecidos en furgoneta ni el 50% de los muertos en camión.

El análisis de la estadística más actualizada de la siniestralidad mortal desde el 1 de enero deja claro que Andalucía está a la cabeza, y con holgura, de los registros. Si la comunidad autónoma ha contabilizado 131 fallecidos en las vías inteurbanas (el 20 por ciento de todas las que se dieron en España), la segunda plaza es para Cataluña, que suma 87, y la tercera para Castilla y León, con 66.

Estas diferencias pueden explicarse por que Andalucía es la región más poblada del Estado y la segunda más extensa, solo por detrás de Castilla y León. Pero hay dos claves más que desentrañan los datos. La primera, el envejecimiento del parque de vehículos en relación al resto del país; la segunda, la seguridad que dan las carreteras de la región en comparación con los otros territorios.

En este sentido, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) acaba de emitir un informe que resalta que la edad media del parque de turismos en Andalucía ha aumentado hasta alcanzar los 15 años de antigüedad, de manera que supera la media española, que se sitúa en 14,5 años.

Del total de turismos andaluces, más de la mitad de ellos cuenta con una antigüedad mayor a 15 años (el 51,7%), una tasa que se eleva en 2,9 puntos porcentuales de la cifra nacional (48,8%). Es una situación similar a la del resto de vehículos, donde los coches comerciales e industriales superan la edad media nacional y regional.

Cuestión aparte es cómo están mantenidas las carreteras la comunidad. La opinión del Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, Consultoría y Obra Pública (Ceacop) no es positiva. Esta entidad lamenta que las administraciones públicas dediquen menos del 50% del presupuesto que haría falta para un mantenimiento anual de estas vías en una comunidad tan extensa como Andalucía.

Añade que la inversión necesaria para poder tener a punto la red de carreteras de la región (tanto la nacional, como la regional o la provincial y local) deberían superar los 400 millones de euros, mientras que en estos momentos no se alcanzan los 200 millones. Al tiempo, la organización empresarial lamenta que, en muchos casos, el 70% del presupuesto de esta conservación se dedica al pago del personal, con lo que apenas quedan fondos para la reparación efectiva de las vías.