Carlos, el profesor de autoescuela más 'radical': «Si tengo prioridad, paso yo, aunque venga una vieja en bici lloviendo»

Pues recientemente, la cuenta de TikTok @may818600 compartió un vídeo de una de sus clases. En él, se puede ver a Carlos en plena clase teórica online explicando una pregunta sobre la prioridad en los cruces. Todo va normal hasta que, con su característico desparpajo, suelta una frase que ya se ha convertido en viral: «Si tengo prioridad, paso yo, aunque venga una vieja en bici lloviendo».

Y es que la contundencia de la afirmación ha hecho que el vídeo se haga viral. Aunque en realidad, el mensaje de Carlos no va del todo desencaminado, ya que en el examen teórico no se evalúa la buena voluntad, sino el conocimiento de las normas. Él lo explica a su manera: «Esto no tiene nada que ver con ser buena o mala persona. Si tengo prioridad, paso yo. No tengo que facilitarle la vida a nadie».

Su método puede parecer duro, pero detrás hay una intención pedagógica clara. Muchos alumnos fallan las preguntas de prioridad porque tienden a responder pensando en lo que harían «por empatía», no en lo que exige el reglamento. Carlos insiste en que en la carretera hay que aplicar la norma sin dudar, porque la indecisión también puede provocar accidentes.

La autoescuela donde imparte clases, @almagro_autoescuela, ha sabido aprovechar este tirón mediático. Su cuenta acumula más de 570.000 seguidores y supera los 8 millones de «Me gusta». Sus vídeos, con millones de visualizaciones, se han convertido en un recurso habitual para quienes se preparan el examen de la DGT.

Y es que lo que más gusta de Carlos es su forma de explicar. Usa ejemplos cotidianos, pone situaciones reales y añade un toque de humor que hace que las reglas se entiendan al instante. En lugar de limitarse a leer el manual, interpreta, exagera y consigue que el alumno recuerde la lección sin necesidad de memorizar. Esa autenticidad ha sido clave para conectar con una generación que aprende a golpe de vídeo corto.

Por supuesto, su estilo también ha generado debate. Hay quien lo considera demasiado radical y quien lo ve como un soplo de aire fresco entre tanto contenido repetitivo. Lo cierto es que su fórmula funciona: habla claro, enseña con sentido del humor y no teme decir lo que muchos piensan.

Pero más allá de la frase viral, Carlos ha logrado algo importante, acercar la educación vial a un público joven que, muchas veces, se aburre con las clases teóricas tradicionales. Gracias a su manera de comunicar, aprender a conducir se vuelve más entretenido y cercano, sin perder el rigor.

Y aunque muchos se quejen, su mensaje puede ser duro pero también efectivo, ya que las normas de tráfico están para cumplirse, no para interpretarlas según el momento. Porque como dice el propio Carlos, «una cosa es ser buena persona, y otra saber quién tiene la prioridad».