Maratón gaditano de la carcajada

La Habana andaluza tiene ingenio y mil colores que van mucho más allá del blanco de su cal. Lo que diferencia a esta carnaval de otros que se festejan en el resto del mundo es el empleo del humor , por eso cualquier rincón es bueno en estas fechas para ser partícipe del maratón de la carcajada. Todos visten con disfraces y la creatividad es el único punto que tienen en común unos con otros. Ese afán por sorprender con las costuras más caricaturescas está a pie de calle. Además de lo espontáneo, una programación extensa mantiene ocupados a ciudadanos y visitantes durante algo más de una semana.

¿Qué podemos hacer el primer día al llegar? Pues, hoy sábado, tres de los eventos más destacados son el concurso de tangos, pasadobles y cuplés de la Peña La Estrella, que tendrá lugar en la Plaza de la Candelaria a las 13:00 horas y se prolongará también los días 3 y 4; el pregón inaugural de la Plaza de San Antonio, que este año correrá a cargo del cantautor Joaquín Sabina; o la Gran Gala que comenzará justo después, a las 22:00 horas, en el Teatro Falla, donde actuarán las agrupaciones premiadas el día anterior. El domingo, además, la cabalgata iniciará su recorrido a las 17:30 horas en la Glorieta Ingeniero de la Cierva. Cada día tiene un peso especial en la agenda y son muchas las actividades que están programadas de forma oficial.

Cuando transcurre el primer fin de semana del Carnaval, a Cádiz todavía no le duelen los pómulos de sonreír. Queda fiesta por delante y la hilaridad está en el ADN del adoquín de esta tacita. Los bares, llenos. Quienes acostumbran a fotografiar con el móvil todo aquello que les sorprende no dan abasto en su tarea de retratar los kilos de sal que se derraman y la ilusión es un engrudo que contagia a todo el que se cuela en esta bulla por dentro.

Algunos de los eventos que debemos apuntar entre los días 4 y 10 de marzo son el concurso de popurrís en el barrio de la Viña a las 21:30 horas, que celebra su final el día 8 en la calle Virgen de la Palma, el carrusel de agrupaciones callejeras el jueves a las 22:30 horas en el barrio del Pópulo, la «tortillada» de camarones del domingo 10 en la Ronda de Vigilancia o los fuegos artitificiales que clausuran el carnaval desde el Castillo de San Sebastián y por todo lo alto. No hay jornada que quede vacía en la semana más intensa del año que vive la capital gaditana.

Chipiona, San Fernando, Conil de la Frontera, La Línea de la Concepción y Algeciras son otros de los pueblos que se echan a la calle en estas fechas para celebrar sus propios carnavales. La idea es parecida: «cantando a la pena, la pena se olvida», como escribió el poeta Manuel Machado. En estas localizaciones de la Baja Andalucía, la fiesta es un alivio y un recurso cargado de tradición, crítica y, sobre todo, alegría. Una cita en el calendario en el que de forma oficial se ensalza el alborozo, la convivencia y la amistad.

Los eventos gastronómicos que se desarrollan en Chipiona , por ejemplo, suponen un enorme atractivo para la provincia. Se hacen degustaciones de productos y recetas como la poleá o el potaje. Aunque, sin duda, algunas de las actividades más variopintas son los concursos al mejor piropo a Chipiona y al mejor cuplé. La cabalgata del domingo 10 de marzo que echa el telón hasta el año siguiente también es muy aclamada. Por otro lado, la Gran Mejilloná, la Morcillá Popular y la gala que cierra los festejos del Carnaval de Conil tampoco quedan atrás. Ni los concursos de disfraces que se organizan en San Fernando o las coronaciones de reinas y ninfas en el Parque María Cristina de Algeciras. Este es de los últimos en comenzar. Otros de los carnavales más populares son el de Medina Sidonia, Puerto Real, Ubrique o El Puerto de Santa María.

Salada claridad y clarividencia popular en una antigua tradición que ha envejecido bien con el paso de los años. Su origen es difuso pero la salud que muestra en la actualidad parece de hierro. Cádiz se involucra al completo y se muestra divertida al mundo, porque tiene el aire característico de los tanguillos, la profundidad de la copla y la vestimenta del teatro y la comedia. Todo ello, además, en el escenario único de su bahía, en la que no existe fecha mala para ir. Los dos sábados de carnaval son los dos mejores días para los que quieren participar más con el disfraz que con la cámara. Y lo único seguro es que cualquiera desearía volver.