El narcotráfico se ha cobrado al menos 15 vidas en Cádiz desde 2016, cinco de ellas de agentes de las Fuerzas de Seguridad

Las muertes vinculadas al narcotráfico siguen así aumentando. Con los dos guardias civiles asesinados en Barbate y la de este sábado, ya son al menos 15 las personas que han perdido la vida desde 2016 en la provincia de Cádiz, cinco de ellas agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

En noviembre de 2016, cuatro ocupantes de una narcolancha murieron en el Estrecho de Gibraltar durante una persecución de Vigilancia Aduanera. Dos años más tarde, en mayo de 2018, un niño de nueve años murió al pasarle por encima una lancha vinculada al narcotráfico en una playa de Algeciras. En mayo de 2019, el guardia civil Fermín Cabezas falleció en un accidente de tráfico en Los Barrios cuando perseguía un coche cargado de hachís.

En enero de 2021 murió el piloto de una narcolancha en el Estrecho tras colisionar también con una embarcación de Aduanas. En mayo de ese mismo año, dos vecinos de La Línea de la Concepción perdieron la vida cuando su embarcación naufragó tras suministrar combustible a una narcolancha. Aquello originó graves disturbios y serios incidentes en la ciudad gaditana.

En mayo de ese mismo año moría un guardia civil en Jerez durante la persecución a unos narcos. En julio de 2021, José Luis Domínguez Iborra, piloto de helicóptero de Vigilancia Aduanera, falleció en el Estrecho al caer al mar la aeronave durante la persecución a una narcolancha. El pasado mes de enero, el ocupante de una semirrígida murió al colisionar su embarcación con una patrullera de la Guardia Civil en Sanlúcar de Barrameda.

El fallecido este sábado en Barbate es uno de los ocupantes una lancha en la que transportaban hachís. Según las fuentes consultadas por ABC, se trata de un marroquí indocumentado. El otro ocupante, vecino de Barbate, tiene dos piernas fracturadas y es un viejo conocido de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad por sus antecedentes por narcotráfico.

Los funcionarios de una patrullera del Servicio de Vigilancia Aduanera detectaron una lancha que levantó sospechas de que podía transportar droga. Según informó ayer el subdelegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, se inició una persecución de la que los narcos intentaron zafarse como suelen hacer, atacando. El piloto realizó varias embestidas contra la lancha de Aduanas, «provocando «varios impactos» en la misma, aunque los funcionarios consiguieron detenerla y abordarla.

En declaraciones a los periodistas tras ejercer su derecho al voto en Baza, Granada, el subdelegado del Gobierno detalló que uno de los ocupantes de la embarcación quedó dentro herido, mientras que el otro se lanzó al agua intentando huir aunque finalmente pidió ser rescatado. Y así lo hicieron los funcionarios de Aduanas. El otro ocupante también fue detenido.

Los agentes auxiliaron a ambos y los trasladaron al puerto de Barbate. Durante el traslado, uno de los accidentados, un tripulante marroquí que no portaba documentación, sufrió una parada cardiorrespiratoria y resultó imposible reanimarlo y salvar su vida.

Tras prestarles auxilios y llevarlos a puerto, otras patrulleras de Vigilancia Aduanera recuperaron la embarcación, en la que intervinieron cuatro fardos de hachís que arrojaron un peso de 115 kilos.

La Guardia Civil de Cádiz ha asumido las diligencias correspondientes al accidente, mientras que Aduanas se encargará de la investigación sobre el tráfico de drogas.

El sindicato CSIF lamentó lo ocurrido y denunció «la dejadez de la Administración» con los efectivos del Vigilancia Aduanera, para los que reclama más medios. También reivindica la implantación de la profesión de riesgo para los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, y para los funcionarios de Aduanas.