La Armada intensifica la vigilancia en el Estrecho ante la presencia de barcos rusos

La Unión Europea condenó desde el inicio esta actuación unilateral por parte del país que dirige Vladimir Putin, y desde entonces se concatenan programas de sanciones para debilitarlo, además del apoyo logístico y económico a la Ucrania de Zelensky.

El número de buques rusos a los que se ha realizado seguimiento desde 2022 por parte del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) es algo más de un centenar. Teniendo en cuenta que no son únicamente buques militares, sino también aquéllos de apoyo: oceanográficos, remolcadores, transporte de material…

En el año 2024 se realizaron unos 65 seguimientos, lo que supuso un incremento de un 50% aproximadamente con respecto al año 2023. Se doblaron las operaciones por la presencia cada vez más evidente de embarcaciones rusas que atraviesan el Estrecho, histórico punto estratégico al ser puerta de entrada y salida del Mediterráneo. Para Rusia, el paso obligado para llegar a sus puertos en Siria (donde ha perdido presencia tras la caída de Al-Assad) y en el Mar Negro, tras el cierre del Estrecho de Bósforo por parte de Turquía.

En este curso no sólo continúan los seguimientos de los buques rusos cuando transitan por aguas territoriales de interés nacional, sino que han proliferado en el último mes. Sólo en abril se han monitorizado el tránsito de ocho diferentes unidades por parte de cuatro unidades españolas implicadas en estas maniobras: los buques Serviola, Isla de León, Audaz y Furor.

El Mando Operativo Marítimo (MOM) ha dirigido estas operaciones, con el objetivo de garantizar la seguridad y la estabilidad en estas aguas de interés para España.

El patrullero de altura 'Serviola', con base en el Arsenal Militar de El Ferrol, realizó el seguimiento de la fragata rusa 'Soobrazitelny' y del petrolero 'Kola', mientras navegaban desde el océano Atlántico hacia el Mediterráneo Oriental. La fragata Soobrazitelny ejecutaba a principios de mes operaciones de búsqueda, detección y destrucción de un submarino enemigo. Las fuerzas rusas en el Mediterráneo están evolucionando hacia una fuerza de recopilación y monitoreo de inteligencia, más que hacia una verdadera fuerza operativa de combate.

El propio `Serviola´ se encargaba de la monitorización de los mercantes 'General Skobelev' y 'Sparta IV' durante su paso por el litoral cantábrico. Los seguía hasta ingresas en aguas de soberanía portuguesa y en su paso por el Estrecho de Gibraltar tomaba el relevo el patrullero 'Isla de León'.

La embarcación española mantuvo la vigilancia hasta que se internaron en el mar de Alborán durante su ruta hacia el Mediterráneo Oriental.

Al mismo tiempo, el Buque de Acción Marítima (BAM) 'Audaz', que opera en el mar de Alborán desde marzo, se encargaba del seguimiento en el Golfo de Cádiz y aguas del Estrecho, además de en su entrada en el Mediterráneo. El patrullero de altura de la Armada Española seguía de cerca a la fragata 'Almirante Golovko', importante efectivo del ejército ruso equipada con misiles hipersónicos.

El BAM 'Audaz' se encarga habitualmente de realizar vigilancia en los espacios marítimos de soberanía nacional en aguas del estrecho de Gibraltar y mar de Alborán. Tras la monitorización de Golovko', realizó el seguimiento del buque de la Armada 'Victor Leonov' en su transitó por la fachada mediterránea antes de internarse en el Golfo de León. Simultáneamente, el BAM 'Furor' se hizo a la mar para seguir a dos buques rusos al sur del archipiélago balear: el submarino 'Krasnodar' y el remolcador 'Eugeniy Churov', mientras navegaban hacia el Estrecho de Gibraltar.

La anexión de Crimea y la posterior invasión de Ucrania han abierto una severa situación de crisis entre la Unión Europea y Rusia, que cristaliza en sanciones económicas y el distanciamiento comercial. El Estrecho de Gibraltar es un foco estratégico y se advierte tensión cada vez que se acerca una embarcación de bandera rusa a la zona. También ha habido momentos críticos, como cuando el ejército español detectó al submarino ruso Novorossiysk en aguas de Baleares. En esta ocasión, fue 'cazado' por la fragata Blas de Lezo y el Buque de Acción Marítima 'Tornado'.

Los buques de la Armada y de los estados aliados miembros de la OTAN se encargan de verificar que las embarcaciones rusas realicen un paso rápido e ininterrumpido por el mar territorial bajo la condición de que no sea perjudicial para la paz y la seguridad. Más allá de la tensión, no se han lamentado incidentes reseñables en estos años.

En España, es labor del Mando Operativo Marítimo (MOM), el órgano de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas, subordinado al Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) responsable, a su nivel, del planeamiento, conducción y seguimiento de las operaciones permanentes de vigilancia y seguridad de los espacios marítimos de soberanía, responsabilidad e interés nacional. Se encuentra bajo el mando del Almirante de Acción Marítima y tiene sede en Cartagena.

Las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión son una herramienta eficaz para mantener una vigilancia de los espacios de soberanía, lo que permite detectar anticipadamente amenazas y facilitar una respuesta inmediata y viable ante una potencial crisis.

Los Mandos Operativos Terrestre (MOT), Marítimo (MOM), Aéreo (MOA), Ciberespacial (MOC) y el Espacial (MOESPA) conforman la estructura de Mandos Permanentes. Diariamente, hay unos 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas involucrados en este tipo de operaciones bajo control operativo del Mando de Operaciones.