La bronca en Doñana pasa de los insultos del Gobierno al vandalismo contra la Junta de Andalucía

En la comarca, sin embargo, quien no goza de buena reputación es la ministra para la Transición Ecológica. El pleno del Ayuntamiento de Lucena del Puerto, gobernado por el independiente Manuel Mora, aprobó una moción del grupo y del PP que declaró a Ribera como persona «non grata» en la localidad por «alentar el boicot a la fresa» onubense. La iniciativa fue apoyada también por un concejal del Grupo Socialista, y los otros tres miembros del PSOE decidieron abstenerse. Lucena del Puerto es uno de los cinco municipios que conforman la Corona Forestal al norte de Doñana, donde el PP cosechó más votos que nunca en las municipales del 28M. Las otras localidades que integran la comarca son Almonte, Moguer, Rociana y Bonares.

La ministra volvió a pedir la retirada de la ley que tramita el Parlamento andaluz para regularizar entre 700 y 800 hectáreas de regadíos actualmente son ilegales y que condiciona el riego a la llegada del agua en superficie procedente de trasvases de la cuenca de los ríos Tinto, Odiel y Piedras pendientes de ejecutar por el Gobierno central. Hay una «campaña de acoso a Doñana por parte del PP y Vox en el Parlamento andaluz» que afecta a la «inmensa mayoría de los regantes» que cumplen con una legalidad estricta, exigente y que colocan en los mercados europeos productos de alta calidad, volvió a la carga Ribera.

Casi a la misma hora que la ministra criticaba a la Junta ante los micrófonos en la inauguración de una cumbre de autoconsumo y comunidades energéticas en Madrid, una joven activista rociaba de pintura roja «biodegradable» la sede de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural en Cádiz, según informa La Voz de Cádiz. El acto vandálico lo reivindicaba como propio 'Futuro Vegetal', que se autodefine en su web como «un colectivo de desobediencia civil y acción directa que lucha contra la crisis climática mediante la adopción de un sistema agroalimentario basado en plantas».

«¡Actuamos contra la Junta de Andalucía! La Sangría de Doñana», proclama esta organización a través de su cuenta en Twitter, mensaje que iba acompañado de las fotos de la fachada de las dependencias autonómicas completamente teñidas de rojo. Entre otras 'soflamas', el colectivo llamaba «ecofascistas» a los políticos porque «en plena sequía promocionan y subvencionan actividades que secan Doñana y ponen en peligro su supervivencia».

La inflamada discusión política ha saltado a la calle en forma de acto vandálico. Las últimas descalificaciones de Ribera tuvieron respuesta en el Gobierno andaluz. Moreno, al que la ministra había llamado «gamberro» y, unos días antes, «señorito», le contestó a través de su cuenta en Twitter: «Puedo soportar el insulto viendo la desesperación del PSOE. Lo que nadie entiende en Andalucía es que pongan en duda nuestros productos en los mercados internacionales. Si quieren insultar, allá ellos. Pero que no jueguen con el futuro de los agricultores».

Desde Marbella también habló el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, para quejarse de la «retahíla de insultos permanentes que se nos está profiriendo por parte de los diferentes portavoces del gobierno de España» y apelar a la «responsabilidad» del Ejecutivo central.

El consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, fue más beligerante en su crítica: «Todos los días nos levantamos con un insulto y un ataque al Gobierno. Hoy, lo último, otra ministra ha hablado de gamberrismo o nos ha llamado gamberros». El nivel de insultos es «absolutamente inaceptable y todo producto de una obsesión enfermiza contra Andalucía, porque parece que a Sánchez le molesta que Andalucía crezca y Andalucía avance, a diferencia de lo que ocurría en la etapa del PSOE», lamentó Sanz.