El Bono Alquiler Joven, una utopía para la mayoría de andaluces

El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana facilita una ayuda para las personas que tengan entre 18 y 35 años a través de las comunidades autónomas. Este bono, aprobado la semana pasada en el Consejo de Ministros, se hará efectivo a partir de noviembre, cumpliendo su segunda convocatoria tras la primera de 2022. Las bases serán las mismas que en la anterior. Los beneficiarios obtendrán una cantidad fija de 250 euros al mes, con la posibilidad de que se prolongue dos años. Es decir, ascendería a una bonificación hasta de 6.000 euros para los jóvenes que perciban menos de 24.000 euros anuales.

Los solicitantes, para obtener esta subvención, deberán alquilar un piso de menos de 600 euros al mes. En caso de ser de zona 1, asciende a los 900 euros mensuales. En Andalucía, las capitales de provincia que cumplen esa denominación son Málaga, Sevilla, Cádiz y Granada.

Estos requisitos condenan a la gran mayoría de jóvenes que pretenden esta ayuda. Según un estudio de Fotocasa, tan solo el 6% de la oferta de vivienda en alquiler en España vale menos de 600 euros. En Andalucía, únicamente el 14% de la oferta es menor a esas cifras.

Málaga y Sevilla lideran la escasez de pisos de alquiler inferiores a 900 euros, con un 15,9% y un 40% respectivamente. Cádiz y Granada empatan con un 61,9% que no supera el límite. Todas estas pertenecen al grupo uno, donde el límite es mayor.

En Huelva tasan en un 21,5% los inmuebles con un precio inferior a 600 euros. En Almería capital, el porcentaje de hogares por debajo de 600 euros significa un 23%. Las ciudades andaluzas en las que más pisos de alquiler se encuentran por menos de 600 euros son Córdoba, con un 26,7%, y Jaén, que asciende hasta un 47,9%. Todas estas pertenecen al grupo dos y tres, en los que se reduce el precio máximo.

«En Andalucía no hay zonas declaradas tensionadas. Se dividen las localidades en grupos 1, 2 y 3. Utilizamos esa distinción para diferenciar entre 600 o 900 euros de límite, según las ciudades«, explica Rebeca Valverde, trabajadora de la Consejería de Fomento y Vivienda de Andalucía en Cádiz. Sobre el acceso a esta subvención, recalca que »en nuestra comunidad autónoma hay bastantes personas que se benefician de esta ayuda«.

Aurora, cordobesa de 31 años, vive en en su ciudad natal. Logró obtener esta subvención cuando se tomó esta medida por primera vez. Lo hizo en una vivienda de protección oficial. Paga 300 euros al mes y reconoce que «el piso está bien, pero al compararlo con alguno de mis amigas, no tiene nada que ver». Para esta opositora a magisterio fue todo un quebradero de cabeza los meses en los que estaba a la espera de obtener la bonificación. «Se iban pasando mis llamadas. Cada organismo iba delegando en otro. Asistí a una manifestación en Sevilla porque veía que el asunto iba a quedarse estancado. La ayuda viene bien, pero el problema real está en cómo se han disparado los precios de la vivienda«, concluye.

«Necesitamos una aplicación informática única para todas las comunidades autónomas porque eso facilitaría mucho que el dinero llegara cuanto antes a los jóvenes«, ha reclamado Rocío Díaz, consejera de Fomento, Articulación y Vivienda de la Junta de Andalucía en declaraciones a los medios el pasado jueves. Ha calificado la tramitación de esta ayuda como »farragosa«.

Uno de los tantos estudiantes que no obtuvo esta ayuda es Alejandro. Granadino y residente en Sevilla, critica que «los requisitos son complicados de cumplir. Tal y como están los alquileres hoy en día, encontrar una vivienda que valga menos de 900 euros en Sevilla capital no es común«. Comparte piso con otros tres jóvenes que también estudian en Sevilla. »Pagamos 315 euros cada uno. El piso no está mal, pero lo veo caro«. Este grupo de chicos no podría optar a la ayuda porque, además de sobrepasar el precio, necesitarían un contrato individual por habitación.

María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, recalca que «si lo que se persigue es que el Bono Joven llegue a quien más lo necesita, sería necesario revisar y ampliar el límite de la cuota mensual, ya que el precio de alquiler en España supera los 600 euros«. Además, le ha dado importancia a la situación en la capital malagueña, que lidera la escasez de pisos por debajo del límite fijado. Explica que »estamos atravesando la peor crisis de vivienda de alquiler de Málaga y eso hace que los precios suban tanto, en los últimos cinco años, el alquiler ha subido un 60% y en el último año un 20%. La falta de oferta es la causa que hace que los precios se tensionen tanto«.

La realidad es que el bono joven solo se concedió a un 0,7% de los solicitantes del pasado año, según el Consejo de la Juventud. Es un problema que sigue sin resolverse mientras los precios se disparatan.