Andalucía es la región de la que más enfermeros emigran para trabajar en el resto de España: 3.252 en un año

Si Cataluña supuso un reclamo para 4.597 profesionales del sector, en la comunidad sanitaria andaluza se dio un saldo negativo de 1.937 contratos

La temporalidad de los empleos y la ratio de 5,51 enfermeros por cada 100.000 habitantes son las principales razones de este éxodo

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Un total de 3.252 enfermeros formados en Andalucía decidieron dejar la región en 2023 para trabajar en otro punto de España, lo que convirtió a la comunidad en la que más profesionales del sector exportó durante aquellos doce meses. Teniendo en cuenta que fueron ... 16.671 los enfermeros que decidieron cambiar su ubicación laboral, la proporción indica que una de cada cinco fueron andaluzas.

El dato es bastante revelador pues, aunque a la inversa también recibió a 1.315 profesionales generalistas o especializados, el saldo final fue deficitario, con 1.937 contratos en negativo debido a estos flujos migratorios que encontraron mejores reclamos más allá de las fronteras andaluzas.

Así se desprende del informe técnico editado por el Ministerio de Sanidad en el que se analiza de manera pormenorizada -lo integran 236 páginas- la situación actual y la estimación de necesidad de enfermeros en todo el país, pero con el conveniente desglose por autonomías.

Por ejemplo, se puede comparar con la otra cara de la moneda, Cataluña, de la que salieron 717 pero a la que acudieron 4.597 -superávit de 3.880- o Madrid, que pese a evidenciar un importante éxodo de 1.873 profesionales, tuvo un saldo final muy positivo gracias a las 3.296 llegadas de 2023.

De entrada se puede pensar que el criterio económico es lo que motiva estos movimientos, sin embargo el informe muestra también una comparativa en las 18 retribuciones -las de Ceuta y Melilla figuran unidas- bastante paradójico: Andalucía es una de las regiones con el sueldo mínimo mensual bruto más alto.

El quinto mejor sueldo mínimo

En este punto el Ministerio diferencia entre los enfermeros que trabajan en el ámbito hospitalario (AH)de las de Atención Primaria (AP) y, dentro de cada caso, los que son generalistas (EG) y los que ostentan una especialidad (EE).

Según el informe, el montante va desde los 2.541,69 euros (EG en AP) hasta los 2.724,65 euros (EE en AH), y en él se tienen en cuenta desde el sueldo base al complemento de destino específico, pasando por la productividad fija y los complementos de comunidades autónomas.

En general, sólo Canarias, Navarra y las ciudades autonómas superan en sueldo a Andalucía. Baleares sólo retribuye mejor a sus enfermeros generalistas y Murcia, a los que trabajan en hospitales.

De hecho, la misma horquilla madrileña va desde los 2005,76 euros a los 2.281,09 euros, es decir, unos 500 menos que en Andalucía. En Cataluña la diferencia es de unos 200 euros, pero igualmente por debajo de lo que perciben en bruto los enfermeros andaluces.

Al analizar los complementos de la carrera profesional se empiezan a intuir las decisiones. El de nivel 1, que por lo general rige 5 años de antigüedad en el servicio, añadía en 2023 a la nómina mensual en Andalucía 75,09 euros, bastante alejados de los 238,63 euros de Madrid, los 234 euros de Aragón o los 293,03 que percibe una enfemera especialista en Cataluña (el extra para la generalista es de 185,88 euros al mes).

En el nivel 2, al que se llega por norma a los 10 años trabajados, las diferencias se siguen perpetuando. Los profesionales de la enfermería madrileña perciben 451,02 euros al mes, muy cercanos al tope nacional que vuelve a ser el aragonés, con 455,02 euros, o a los 439,53 euros de las especialistas de Cataluña. El complemento andaluz no llega siquiera a la mitad, pues se queda en 194,27 euros.

La tendencia es análoga en el resto de niveles, con la contrapartida añadida de un nivel 5 exclusivo andaluz, al que se llega una vez alcanzados los 25 años de trayectoria, y que suma una cantidad monetaria de 777,01 euros que enfermeros de puntos como Madrid, La Rioja o Castilla La Mancha consiguen, con matices, a los 20 años. No obstante, un complemento del que goza un sector etario tan específico no parece ser la razón exclusiva de la desbandada andaluza.

Tampoco en jornada laboral se sale perdiendo en Andalucía. Las 35 horas del sur mejoran las 37,5 exigibles en autonomías como Cataluña y Madrid o las 36,2 preceptivas en Aragón. Lo mismo ocurre con el total de horas de jornada ordinaria al año en Atención Hospitalaria. Salvo en el caso del turno de noche catalán, los recuentos andaluces implican algo menos de tiempo.

Las ratios

La principal explicación de los millares de salidas se sitúa, por tanto, más en el desarrollo de la jornada que en las retribuciones de la misma. El Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería (CAE) pone el foco en que los contratos son frecuentemente temporales; de interinidad; de corta duración; e incluso de jornada reducida, que impiden una continuidad asistencial; y, desde luego no favorecen la estabilidad laboral de la persona.

También pesaría el asunto de la especialización, pues desde el CAE se incide en que «un enfermero que se ha especializado en Andalucía, quiere ejercer su especialidad, algo que sí le facilitan en otras comunidades autónomas». Del mismo modo, estas fuentes indican que el sector de la Enfermería se se suele sentir muy atraído por la investigación, formación y promoción, cuestiones que no permite la sobrecarga asistencial que deben afrontar en la región.

Basta ver las ratios entre enfermeros y población para entenderlo. Si la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguraba en 2024 que el valor mínimo para un buen servicio sería el de 8,96 enfermeros por cada 100.000 habitantes y la media de los 38 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) escala hasta el 9,04, el promedio español es de un lejano 6,28.

Con todo, los 47.606 enfermeros andaluces que trabajaron el pasado año para una población total de 8,63 millones de personas fueron los nombres y apellidos de una ratio de 5,51, de las más bajas de España. Tanto es así que habría que contratar de golpe a 30.474 enfermeros más para equiparar a Andalucía con los horizontes de la OCDE, o esperar 25 años si se mantiene el tímido crecimiento actual y no hay cambios demográficos drásticos.

Sin embargo, esta última tabla también refleja que en Andalucía se están realizando ajustes que van mejorando la situación de los últimos años. Pues los constantemente comparados casos de Cataluña y Madrid, con ratios levemente por encima de la media nacional —6,41 y 6,53— necesitarían más tiempo todavía para alcanzar la 'meta' europea: 26 y 58 años, respectivamente.

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