Andaluces entre barrotes por el mundo
Crónica y vida de 144 personas nacidas en Andalucía que cumplen condena en cárceles de hasta 23 países
Sevilla
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Iniciar sesiónDespués de escribir y recibir decenas de mensajes de whatsapp, y de hablar con personas influyentes en una importante prisión para mujeres situada a miles de kilómetros de España, llegó la llamada más esperada: «Escribe a este número. Cuando lo hagas, di que eres el ... que quieres hablar con Lucía (nombre ficticio para evitar sanciones para la andaluza presa)». Lo hago. Nadie responde. Pasan unos minutos. «Hola, hola. ¿Usted es el español? Estoy en la celda y puedo hablar. ¿Qué quería saber? Mi compañera está vigilando por si viene la guardia. Dígame, dígame», se escucha.
—Si cree que es peligroso, lo dejamos.
—No. Tranquilo. El teléfono es de una compañera. Sabían que iba a llamarme. Nos ayudamos entre nosotras.
—¿Cuántas personas hay en la celda?
—Somos seis. Eso no pasa nada. Al final me he acostumbrado.
—¿Cuánto tiempo lleva en la prisión?
—Más de tres años.
—¿Por tráfico de drogas?
—Sí. Estoy esperando a que me repatríen. Lo necesito. Llevo esperando ya mucho. Cada vez me cuesta más esperar. Me está dando ansiedad mirar tanto tiempo al techo. ¿Sabe qué pasa? A las 17.00 ya nos encierran otra vez en la celda. Nos despertamos a las 04.30. Suenan los candados a esa hora. Y hacen recuento. Lo peor que llevo es la comida. He perdido casi 30 kilos. Nos ponen muy poca comida, y no está en buen estado. Menos mal que está la gente de la Fundación.
—¿La Fundación +34?
—Sí. ¿La conoce? Están en todas las cárceles del mundo ayudándonos. A mí me traen cositas de aseo, algo de comida. Es la luz de la oscuridad.
La luz de los andaluces ingresados en centros penitenciarios lejos de España la ponen personas como el sevillano Juan Lima. Hace unos años se fue a vivir a Perú y hoy trabaja como electricista, además de asumir un voluntariado muy duro en las cárceles del país sudamericano. «Yo me encargo de llevarles ropa y comida a los presos. La primera vez que fui a la cárcel salí muy tocado. No me imaginaba que podían estar así. Parecía que, de repente, había entrado en la serie 'The Walking Dead'. No veía personas; veía zombies. No eran ellos. Iban de un lado a otro con la mirada en otro sitio. Me impresionó mucho. Pero seguí ayudando. He estado en cuatro cárceles de Perú. En una llegué a ver al hermano de un amigo. Yo es que soy de Utrera. ¡Y nos encontramos en una cárcel en Perú!».
La historia está cargada de matices desagradables y de una complicación máxima: «Cuando lo reconocí, empecé a visitarlo de una manera más repetida. Le cogí cariño, la verdad. Cuando terminó su pena lo fui a buscar para llevarlo a un centro donde le iban a arreglar la boca. Pero no apareció. Se fue al centro con otro. Lo vi unos días más tarde y me pidió dinero. Estaba malviviendo por las calles. Me dio mucha pena. Y se lo dije: `mira, es la última vez que te doy dinero. Tienes que ir a la embajada y empezar a solucionar esto de una vez'. Nunca más lo volví a ver. No sé nada. Malditas drogas».
Presos andaluces
por el mundo
Presos por
países
Presos por
continentes
36
Francia
35
Marruecos
76
Europa
17
Alemania
10
Portugal
8
Perú
35
África
5
Colombia
4
Ecuador
4
Reino Unido
3
Argentina
3
Suiza
24
América
del Sur
Bolivia, Brasil, Finlandia, Italia, Japón y Rep. Dominicana
2
4
Asia
América
del Norte
4
1
Australia, China, Cuba, Dinamarca, Emiratos, Grecia y EE.UU.
Oceanía
1
Número total de presos
Hombres
Mujeres
131
13
144
Fuente: Fundación +34
Gráfico: A. Montes / ABC SEVILLA
Presos andaluces
por el mundo
144
Número total de presos
131
13
Hombres
Mujeres
Por continentes y países
36
Francia
76
Europa
35
Marruecos
17
Alemania
10
Portugal
35
África
8
Perú
5
Colombia
4
Ecuador
4
R. Unido
24
3
Argentina
América
del Sur
3
Suiza
Bolivia/Brasil Finlandia/
Italia/Japón
/Rep.
Dominicana
2
4
Asia
4
América del Norte
Australia
China
Cuba
Dinamarca
Emiratos
Grecia y
EE.UU.
1
1
Oceanía
Fuente: Fundación +34
Gráfico: A. Montes / ABC SEVILLA
En un porcentaje altísimo de los 144 andaluces que hay cumpliendo condena en las cárceles del mundo el motivo es el tráfico de drogas, según el director de la Fundación +34, Javier Casado. En Francia y en Marruecos, con 36 y 35, respectivamente, son los países en donde hay un mayor número de andaluces. Por orden, luego están Alemania, con 17; Portugal, con 10; Perú, con 8; Colombia, con 5; Ecuador y Reino Unido, con 4; Argentina y Suiza, con 3; Bolivia, Brasil, Finlandia, Italia, Japón y la República Dominicana, con 2, y Australia, China, Cuba, Dinamarca, Emiratos. Grecia y Estados Unidos, con 1. El número de hombres es mucho mayor, con 131 por 13 mujeres. «Siempre le recomendamos a los familiares que no vayan a las cárceles. Lo único que puede pasar es que los internos puedan distorsionarlo al entender que si viene su mamá o su mujer van a llevarle dinero. Piense que en muchas cárceles existe aún el derecho de piso. Tienes que pagar unos 300 ó 400 euros si no quieres dormir en el patio», sostiene Javier Casado, figura esencial para entender la situación de los andaluces que están ingresados en cárceles de hasta un total de 23 países.
«Hay casos muy duros. Hay cárceles que son mixtas, y en las que hay pederastas. Todo lo complica. No quiero decir nombres (se queda callado durante unos segundos). Pero tememos alguna presa de Andalucía que está en la cárcel y tiene a su niño con ella. Hasta los tres años, el niño debe estar en la cárcel. Estamos intentando traerlo a España para que esté con unos familiares», relata en una batería de historias penosas e inhumanas: «En Japón, en Tokio, está una de las cárceles más duras del mundo. Sólo puedes dormir seis horas; tienes que mirar siempre hacia abajo. Es durísimo y muchos de los presos acaban suicidándose. Las cárceles árabes son también duras. Por temas relacionados con tráfico de drogas te aplican la cadena perpetua. La mayoría de los presos andaluces son personas que se vieron incapaces ante la crisis. Es así. Un tipo al que el banco le va a quitar la casa por impago, y que se va a la calle con su familia. Un día alguien le llega y le dice que si hace un viaje llevando una mercancía, droga, claro, le dan 10.000 euros. Le diría que al 99% de los presos andaluces que hay en las cárceles de medio mundo les pasó eso. Trabajamos con la Junta de Andalucía para tratar de que se establezcan los derechos humanos para estas personas. Le debemos mucho a la gente de Andalucía Global y a la Junta de Andalucía».
En los trámites administrativos necesitados por la Fundación +34 aparece la figura de Arroyo y de sus más allegados colaboradores. Tras vivir en países como Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú y Ecuador, el director general de Andalucía Global parece tener una sensibilidad especial ante la situación de los presos en el exterior: «Hay historias que nos creemos que sólo se ven en las películas. Y no es así. Hay situaciones muy difíciles en algunas cárceles. Y por supuesto que no podemos mirar para otro lado. Hace poco conocí a una sevillana que había estado de manera injusta en una cárcel de Argentina y se lo dije: 'escríbelo todo'. Muchas historias son guiones de una triste realidad». La que viven 144 andaluces entre barrotes en medio mundo.
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