Ramirez, el militar estadounidense que participó en la limpieza de Palomares y regresa cada año

El palomareño José González no sólo presenció el accidente aéreo que cambió para siempre la vida de su pueblo. De aquel episodio sacó un cinturón nuevo, que se hizo con las cinchas de sujeción de una de las bombas, y también grandes amigos. El principal, el entonces capitán del ejército estadounidense Joe Ramirez, que participó en las tareas de limpieza de la operación «Flecha Rota». Jubilado hace unos años como coronel (en el centro de la imagen que muestra González junto a su «familia almeriense»), hasta el año pasado, Ramirez ha regresado cada invierno a pasar unos días en Palomares, compartiendo buenos ratos con sus vecinos. Y sin ningún miedo a ser afectado por radiación alguna, sabiendo de primera mano el material que su ejército dejó allí.Y eso que no todos los habitantes de Palomares de entonces pudieron estar contentos con la actuación que le tocó desempeñar. Ramirez desempeñaba realmente labores de traducción, dado su conocimiento del español dada su ascendencia latina. En el documental «Broken Arrow 1929» de Dina Hecht, se cita expresamente al capitán Ramirez, encargado de comunicar a los agricultores afectados por la tragedia la cuantía de la indemnización que percibirían por parte de los EE.UU. En alguno de esos casos, se cuenta en la cinta, la cifra era irrisoria, y fue rechazada por los paisanos con cajas destempladas.Sin embargo, los hermanos González no tienen más que buenas palabras para Joe Ramirez, al que incluso estuvieron a punto de visitar en New Jersey, donde reside, hace pocos años. El miedo a volar de una de sus esposas frustró el viaje.Ramirez ha interrumpido por el Covid sus estancias anuales en el parador de Mojácar y sus cervezas en el pub «JJ», del exalcalde pedáneo Juan José Pérez, pero los González y sus esposas, ufanos de esa amistad, confían en poder abrazarse de nuevo cuando acabe la pesadilla de la pandemia.

Ramirez, el militar estadounidense que participó en la limpieza de Palomares y regresa cada año

El capitán, que ejercía como traductor en la operación «Flecha Rota», dejó grandes amigos en la pedanía a los que ha vuelto a visitar sin miedo a la radiactividad

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