ALMERÍA
Palomares pide la limpieza de la que nadie se quiere hacer cargo: «Estamos hartos»
En la pedanía de Cuevas del Almanzora, famosa por el accidente nuclear entre dos aviones de EE.UU,. llevan esperando 58 años a que se lleven la tierra radioactiva
EE.UU. admite «efectos duraderos» del accidente nuclear en Palomares
R. Pérez
Almería
Casi sesenta años han pasado desde que dos aviones estadounidenses colisionaran sobre el litoral de Cuevas del Almanzora en Almería, concretamente en la pedanía de Palomares. Un accidente nuclear que ocurrió el 17 de enero de 1966 y que dejó cuatro bombas termonucleares en ... el terreno.
Se trata del mayor accidente nuclear de la Guerra Fría que puso a España en la diana mundial de la contaminación radioactiva. Un informe reciente de Estados Unidos (EEUU), publicado en exclusiva por ABC, reconoce que Palomares «sigue sufriendo los efectos de las bombas». Además, se concreta que en los terrenos se superan los límites de la normativa europea pero no se exige una medida al respecto.
El documento americano recoge que es fundamental la ayuda de EEUU para que España pueda solucionar el problema. Hasta el momento, desde la dictadura de Francisco Franco hasta la actualidad, pasando por los gobiernos de Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez-Zapatero, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, nada se ha hecho al respecto.
España sigue negociando 58 años después la limpieza de los terrenos. Durante décadas, Palomares salta a la actualidad informativa como lugar 'non grato', una pedanía peligrosa, pero la realidad dista en consideración de las noticias que se publican.
Los vecinos de Palomares están literalmente «hartos de que se hable y no se haga nada». Son muchos los años que acumulan de negociaciones entre el gobierno de España y EEUU, declaraciones de buenas intenciones y firmas de convenios que no han tenido una ejecución en el terreno.
Durante años se han llevado a cabo estudios de vigilancia radiológica, muestreos de tierras, incluso de fauna como conejos que saltan desde las zonas valladas por la contaminación a otras zonas. Los resultados no han sido relevantes ni han demostrado un impacto radiológico potencial grave, pero lo que si ha marcado a esta pequeña población es el estigma de 'las bombas'.
La alcaldesa pedánea de Palomares, María Isabel Ponce afirma que el nuevo informe americano «es positivo». «Reconocen que ellos tienen que hacer la limpieza, esto ya lo sabíamos, saben cómo llevarlo a cabo y organizarlo, pero aquí en España no hay un lugar donde almacenarlo. Nuestra prioridad es hacerlo cuanto antes y zanjar este tema».
Los cuevanos de esta pedanía están hartos, la gente está cansada de salir en los medios de comunicación con el mismo tema. Se trata de una cuestión repetitiva que a nivel local ha conseguido superarse con producciones agrícolas certificadas que se exportan a toda Europa.
«Nos han hecho diferentes programas radiológicos y aquí no hay ningún problema en la población. No nos preocupa porque siempre hay control de todo, pero para zanjar es necesaria la limpieza, algo que no sabemos cuándo se va a realizar, pero somos optimistas», dice Ponce.
Esta pedanía quiere seguir potenciando su agricultura, donde hay cultivos de sandías y otras hortalizas, también el turismo que se fomenta con su línea costera entre Villaricos y Vera. Una pedanía que sigue acogiendo cada vez a un mayor número de población extranjera que decide establecer su residencia en este pequeño pueblo, en su mayor parte de origen británico.
«Por ley de vida», así fallecen los vecinos de 'las bombas de Palomares'. Han pasado muchos años y no se llega a nada, todos creen que Estados Unidos al final tenga consciencia y haga lo que le corresponde. «En noviembre hay elecciones en EEUU, si cambia de gobierno igual no les importa, y otra vez estaremos en las mismas», dice Ponce.
Un vecino de Palomares, José Ramos, de 63 años, se acuerda cuando llegaron los americanos a su pueblo y le dieron los primeros chicles. «Al final solo quieren hacer daño, y no darle una solución al problema. Me acuerdo perfectamente de que nos daban 'coca-colas'. Nosotros queremos que no se recuerde más, que lo dejen como están, si no van a hacer nada».
Aquí no se ha hecho nada, solo alambraron terrenos. «Han sacado rendimiento político y económico desde el principio. Se ha cultivado toda la vida al lado del terreno acotado y antes las tierras que delimitaron después. En mi impresión, qué quieren mover la tierra y sacar el Americio a flote, porque ya no es Plutonio. Eso está profundo en la tierra y ahora lo único que pueden hacer es removerlo y que se vaya al ambiente», dice Ramos.
Para la mayoría de los vecinos de Palomares, las intenciones sobre la limpieza del suelo contaminado son 'elucubraciones', declaraciones sobre propósitos que jamás se han realizado en casi seis décadas. «Ya en aquella época se llevaron algunos vecinos dinero, así me lo dijo mi padre. Los helicópteros estaban en nuestras tierras, no ha habido casos extremos de casos de cáncer ni de otras enfermades, más allá de la etiqueta negativa por ser cultivado aquí», manifiesta.
En la limpieza de los terrenos radioactivos por las conocidas 'bombas de Palomares' juegan un papel protagonista organizaciones como Ecologistas en Acción. Este colectivo lleva décadas en los tribunales reclamando la limpieza de las tierras, recursos desestimados y contenciosos que han finalizado con fallos del Tribunal Constitucional que dejan en el limbo la limpieza de la radioactividad en estas tierras del Levante almeriense que sufren aún el estigma del accidente nuclear estadounidense en España.
«Un laboratorio a cielo abierto»
El abogado José Ignacio Domínguez de Ecologistas en Acción, que sigue reclamando la limpieza de Palomares, pide que se declare de urgencia la remediación de la contaminación en la zona y se indique qué organismo debe hacerlo. La duda, está en la calle, no se sabe a qué ministerio compete ni si es necesario construir un almacén temporal para dar destino a la limpieza de los 50.000 metros cúbicos de tierra que quedan pendientes.
«El Ciemat y el CSN, ambos dependientes del Gobierno de España han estado experimentado durante años con la población de Palomares. A cielo abierto, con tierra contaminada, sobre esto presentamos un recurso este viernes en la Audiencia Nacional dando toda la información», afirma.
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