Las niñas asesinadas en Almería mostraban «alegría y afecto» por su padre

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha remitido diversas aclaraciones sobre parricidio de Ionel, el padre de Elisa y Larisa, las niñas de dos y cuatro años, que fueron encontradas muertas por envenenamiento por su propia madre el pasado domingo. El hombre también se suicidó con la misma sustancia que había utilizado para matar a las hijas que había tenido con la mujer de la que ya se había separado.

El informe de los técnicos abarca el periodo que va de junio a agosto de 2023. Durante este trimestre solo tuvo lugar un intercambio, concretamente el 25 de junio. La propia madre fue cancelando el resto de encuentros previstos debido a razones económicas y laborales. Los dos progenitores informaron de que habían alcanzado «acuerdos al margen de este servicio» y de que el padre estaba viendo a sus hijas.

Finalmente, el día 20 de agosto ambos comunicaron de manera telefónica al Punto de Encuentro Familiar su decisión de prescindir de este servicio por lo que los responsables comunicaron al Juzgado de Violencia «la finalización de la intervención con el expediente de referencia». Este centro se ubica en la capital a unos 70 kilómetros de distancia de Abla, la localidad donde la mujer residía con sus hijas.

Las denuncias de malos tratos de Alina sobre su pareja Ionel se remontan a mayo de 2022. El presunto agresor agarró su mano izquierda y se la retorció. La mujer, de 23 años actualmente, manifestó haber sufrido otras agresiones durante la relación, algunas de ellos en presencia de sus hijas. El denunciado dijo que «no la agredió y que solo discutieron».

A raíz de estos hechos, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Almería acordó el 26 de mayo de 2022 como medida cautelar una orden de protección de la víctima, que implicaba una orden de alejamiento de 500 metros, con colocación de una pulsera telemática, «en cualquier lugar donde se encuentre, al lugar en que la misma reside y a aquel en que desarrolle su actividad, así como de comunicación con ella por cualquier medio».

Además, se otorgó a Alina la guarda y custodia de sus dos hijas, aunque se mantuvo la patria potestad entre ambos progenitores. No se establecieron regímenes de visitas, estancia, relación o comunicación del padre con las menores. Además, se impuso el pago de una pensión de 150 euros mensuales para la manutención de cada una de ellas y otorgaba a la mujer el disfrute de la vivienda familiar.

El 29 de septiembre de 2022, el juzgado prorrogó estas medidas cautelares hasta que se resolviera «la controversia surgida entre las partes». En marzo de 2023, se emite la sentencia sobre el procedimiento de guarda y custodia.

Los dos progenitores comunicaron al Juzgado de Violencia su acuerdo sobre las medidas que han de regir respecto a las dos niñas. El acuerdo atribuía la guarda y custodia de las menores a su madre, un régimen de visitas en favor del padre y el pago de una pensión alimenticia de 300 euros por su parte.

Ionel podía estar con sus Elisa y Larisa los fines de semana alternos, sábados y domingos de 12:00 a 18:00 horas con entrega y recogida en el Punto de Encuentro Familiar de Almería. En septiembre de 2023, la mujer y su expareja acordaron, a petición de Alina por motivos laborales, que las estancias del sábado no se llevarían a cabo.

A través de su procuradora, Alina solicitó al Juzgado de Violencia en octubre de 2023 que cesara el régimen de visitas tutelado, puesto que «la relación paterno filial se ha normalizado, incluso mejorado mucho». La mujer en el escrito reiteró la petición para que se alzara la medida cautelar relativa a la orden de alejamiento, para facilitar la relación entre las niñas y su padre.

A pesar del escrito de la madre de las niñas, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Almería había instruido una denuncia por malos tratos y amenazas hacia su pareja por parte del fallecido. El juicio estaba ya señalado para el día 10 de abril en el Juzgado de lo Penal número 2 de Almería.