María Jesús Montero incumple su palabra y El Algarrobico sigue en pie «cinco meses» después

En la mañana del 10 de febrero, la vicepresidenta del Gobierno comparecía ante los medios con el 'mamotreto' detrás para fortalecer el primer compromiso con su tierra, la Comunidad que pensaba (y piensa) gobernar tras las próximas elecciones autonómicas. Hoy es 10 de julio y, cinco meses después, El Algarrobico sigue en pie.

Este «símbolo de la depredación inmobiliaria que tanto ha dañado nuestro litoral», como lo definía la propia Montero, se erige inane sobre la fina arena almeriense dibujando una de las estampas más desoladoras de la costa andaluza. Representa también una de esas decisiones erráticas de la Junta gobernada entonces por su propio partido socialista, hace más de 20 años, y del Gobierno de España de José Luis Rodríguez Zapatero. Las administraciones permitieron, por inacción, que el grupo Azata comenzara la construcción de este gigante de 20 plantas y 411 habitaciones en una zona de alto valor ecológico.

Desde su paralización (2006) se intenta demoler el edificio con diferentes maniobras burocráticas y judiciales que se han mostrado incapaces pese a todas las herramientas y recursos de los que se disponen. Hasta que en febrero María Jesús Montero, utilizando la maquinaria del Estado, manejando al Ministerio de Transición Ecológica de la recién aterrizada Sara Aagesen, prometió que «en cinco meses» tiraría el inmueble. Al día siguiente, el Consejo de Ministros aprobaba la utilidad pública de los terrenos en los que se asienta para proceder a su expropiación.

Y por enésima vez en un callejón sin salida. La propietaria del hotel, la inmobiliaria Azata del Sol, alegó el pasado 12 de mayo al procedimiento de expropiación y el delegado de Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, le ha instado a que ponga «un precio» para alcanzar un acuerdo. Ya la ministra espera que la expropiación se realice «a lo largo de este año» pero los plazos indican que sus actuaciones no han hecho más que retrasar la solución.

La portavoz del Gobierno andaluz, Carolina España, criticó ayer que María Jesús Montero ya llegó «mintiendo». Decía que «iba a tirar uno de los grandes desastres urbanísticos», de la época del anterior gobierno socialista en la Comunidad Autónoma. «Se han cumplido los plazos (estamos ya a julio), pero ahí sigue, en pie. Esta semana habrá un pleno del Ayuntamiento, pero la política no se puede hacer a golpe de titular. Hay que tomarse más en serio los problemas de Andalucía y a los andaluces», denuncia España. «Entre la verdad y la mentira, Montero no se encuentra cómoda con la verdad».