ALMERÍA
Muere un bebé tras practicarle una circuncisión clandestina en Roquetas de Mar
La Guardia Civil confirma la detención de los padres y de una tercera persona que le habría aplicado la cirugía de forma temeraria
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La Guardia Civil ha detenido en Roquetas de Mar a tres personas tras la muerte de un bebé este domingo. Fuentes de la Comandancia han informado que la investigación está en curso ya que el neonato habría perdido la vida tras practicarle de forma clandestina una circuncisión. Los cortes realizados le provocaron una fuerte hemorragia y no pudo salvar la vida.
Los detenidos son los padres de la criatura y una tercera persona que habría actuado como falso médico, sin medios, ni medidas de higiene necesarias. Diario de Almería adelantaba este martes que la familia del bebé es originaria de Mali y que el pequeño de poco más de un mes sufrió «una grave hemorragia como consecuencia de esta cirugía ilegal».
La investigación sigue en curso, y este lunes se han llevado a cabo registros en el lugar donde se habría aplicado la cirugía ilegal al bebé. Se trata de la vivienda del falso médico que realizaba este tipo de prácticas habituales en la comunidad maliense.
El pequeño habría sufrido un importante desangrado debido a la práctica de la intervención a la que fue sometido durante la tarde del domingo. Ante las graves heridas, sus padres lo llevaron hasta el servicio de urgencias del centro de salud más cercano de la localidad. Los servicios médicos no pudieron hacer nada por salvar la vida del bebé y finalmente solo pudieron certificar su muerte.
La situación hizo que los sanitarios activaran el protocolo de agresión, lo que ha dado lugar a la detención de los padres y del supuesto cirujano, así como al registro de la vivienda. De otro lado, el cuerpo del menor ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería donde se le practicará la autopsia para concretar las causas del deceso.
Los tres arrestados pasarán junto con las diligencias que aún se recopilan a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Roquetas de Mar (Almería). El subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, ha trasladado este martes su conmoción ante la muerte del neonato. «La autoridad judicial tendrá que determinar las responsabilidades penales que pudieran existir. Manifestar nuestro compromiso para la protección de la infancia», ha dicho.
Martín ha valorado la profesionalidad de los sanitarios que atendieron al bebé, así como de los agentes de la Guardia Civil que prosiguen con la investigación. «Cualquier práctica de este tipo es censurable, no solo desde el punto de vista ético sino también penal, y será perseguida», ha expresado.
Una práctica ilegal
La circuncisión consiste en la extirpación de todo o parte del prepucio (piel que cubre el glande del pene), mediante una operación que deja al descubierto el glande. Esta intervención se hace con anestesia local y no suele necesitar hospitalización. La circuncisión por motivos culturales o religiosos no está incluida en el sistema sanitario público. En general, las prestaciones que se llevan a cabo están dirigidas a la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
El desconocimiento para realizar la circuncisión en España fuera del sistema sanitario conlleva que algunas personas la realicen en domicilios particulares con personal no cualificado o incluso aprovechen un viaje a su país de origen para llevarla a cabo.
La ONG de infancia Save the Children ha pedido sensibilizar a las familias para prevenir la mutilación genital femenina o la circuncisión, «una forma extrema de violencia que vulnera gravemente los derechos de niñas y los niños", tras conocer el trágico suceso ocurrido en Roquetas de Mar. «Es importante sensibilizar a las familias y mediadores culturales, estableciendo vínculos de confianza para prevenir la mutilación o la circuncisión; sin criminalizar, pero con el objetivo de erradicarla», ha subrayado la directora de incidencia de Save the Children, Catalina Perazzo.
Los profesionales sanitarios de la provincia de Almería atienden cada año entre 15 y 20 casos de circuncisiones y ablaciones en menores de edad que se practican de manera clandestina en viviendas particulares, locales no habilitados como centros médicos y otros espacios fuera del ámbito facultativo por personas no cualificadas. Desde la Administración sanitaria han recalcado que la ablación o mutilación genital femenina es una práctica ilegal que está considerada por Naciones Unidas como una violación grave de los derechos humanos, la salud y la integridad de las mujeres y las niñas.
En el Hospital de Poniente en El Ejido se han registrado algunos casos como el de un niño guineano de seis años al que le tuvieron que amputar parte del pene al practicarle sus padres la circuncisión. Esta intervención es practicada por la mayoría de los musulmanes, aunque no se considera obligatoria ya que no está ordenada en el Corán.
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