El americano, el secreto mejor guardado de Almería que se disfruta a sorbos

Dicen que no se puede terminar una fiesta en Almería sin unos americanos en el Kiosko Amalia. Este es el bar donde surgió el americano, una bebida que finalmente se ha hecho muy conocida en la provincia e incluso hay establecimientos que venden la mezcla ya embotellada.

La versión original del americano es en caliente, se sirve en vaso de caña, y en verano podemos tomarlo en frío como si fuera un granizado, aunque dicen que su sabor es un poco diferente. La preparación es sencilla. Sus ingredientes son: leche caliente, licor de crema de cola, azúcar, piel de limón y canela.

Lo que no se conoce son las proporciones exactas de esta creación única y local que alcanza casi 30 grados de alcohol. Se puede tomar como digestivo tras una larga comida y también como reconstituyente, una especie de 'carajillo', sin café, que tiene un sabor parecido a la leche merengada, aunque de color rosa.

La leyenda cuenta que el americano surgió en el Kiosko Amalia en los años 60-70. Estos fueron los años de esplendor de rodajes de películas como los 'spaghetti western' en el Desierto de Tabernas. Los actores de estas producciones se alojaban en el centro de Almería, muchos de ellos en el Hotel La Perla a apenas unos metros del kiosko.

Así, una actor americano que se encontraba en el conocido hotel se acercó hasta el Kiosko Amalia y pidió que le hicieran una bebida a su gusto. Así fue marcando los ingrediente que tenían que echarle y cómo no sabían como llamarle, le pusieron el americano.

Desde entonces y hasta la actualidad el americano se ha convertido en todo un símbolo de Almería capital que está abanderado por el El Kiosko Amalia. Se trata de un establecimiento histórico que se fundó en 1889 y se ubica en la plaza Manuel Pérez García, junto a la Puerta de Purchena, uno de los lugares de encuentro más conocidos de la capital por donde han pasado multitud de celebridades, así como los líderes políticos que visitan la ciudad.