El 16,3% del agua potable se pierde en fugas de la red en Andalucía
Las averías y roturas en el suministro provocan el desperdicio de casi 130 hectómetros cúbicos al año
Cada andaluz consume 138 litros al día, 45 menos que hace veinte años, según la encuesta del INE relativa a 2020
El agua se escapa a raudales por la rotura de una tubería
No todo el agua potable que circula por las tuberías llega al hogar de los andaluces. El 16,3 por ciento se pierde por el camino en Andalucía. Las roturas y fugas en la red de suministro de agua potable hacen que cada año se ... desperdicien casi 130 hectómetros cúbicos en la comunidad, que equivalen al consumo anual de una población de 1,9 millones de personas. Éste es el volumen de «pérdidas reales» por averías y filtraciones según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE), cuyos últimos datos actualizados (el 27 de julio pasado) corresponden al año 2020. Son anteriores a que España se instalara oficialmente en sequía, con los embalses en su nivel más bajo desde 1995 que barruntan restricciones severas a la agricultura y al consumo el próximo otoño si la situación no cambia.
El informe del INE estima el volumen de agua no registrada, es decir, la diferencia entre la que se distribuye a través de la red para el consumo (doméstico, administraciones, industrial y agrícola) y la que arrojan la lectura de todos los contadores. El agua no registrada se desagrega a su vez entre pérdidas reales (agua que ni siquiera llega al consumidor por deficiencias y roturas en la red) y las llamadas pérdidas aparentes, que corresponden a errores en la medición y fraudes por enganches ilegales.
En España, cada ayuntamiento decide quién y cómo lleva el agua potable hasta los ciudadanos. La Consejería de Agricultura financia en los municipios de menos de 20.000 habitantes mejoras en el abastecimiento en los pequeños municipios para evitar fugas. El departamento que dirige Carmen Crespo convocó en junio ayudas por un montante de 12,6 millones de euros para acometer reparaciones en el periodo 2022-2023. Aunque se ha avanzado en este terreno gracias a las obras hidráulicas desarrolladas en los últimos años, las filtraciones siguen estando a la orden del día. Representan la principal vía de escape en el volumen de agua agua potable distribuida en Andalucía, que alcanzó los 572 hectómetros cúbicos en 2020 (3.178 en el conjunto de España). En 2010 las pérdidas reales sobre el volumen de agua suministrada en Andalucía se estimaron en un 17 por ciento del agua que se inyecta a la red y ahora se ha acortado hasta el 16,3 por ciento.
El agua desperdiciada por estos fallos técnicos tocó techo en 2016, cuando llegó a suponer el 20,8 por ciento del agua suministrada. No todas las administraciones se han tomado tan a pecho sus deberes para evitar las fugas. Emasesa, la empresa metropolitana de abastecimiento y saneamiento de aguas de Sevilla, por ejemplo, redujo al 11,5 por ciento las pérdidas en el año 2019, situándose entre las redes urbanas más eficientes de España.
El valor del agua
Escapes aparte, la idea de que el agua es un recurso preciado y finito cada vez está calando más en la sociedad. Prueba de ello es que el consumo medio de agua en los hogares andaluces es de 138 litros por habitante al día, que son 45 litros menos que los que gastaban en el año 2000 y cinco menos que en 2010, aunque la población sólo ha aumentado en 102.000 personas. El último bienio rompe esta racha ahorradora. El agua empleada creció un 7,8 por ciento en 2020 con respecto a 2018. Cada español gasta de media en casa 133 litros diarios de agua, cinco menos que en los hogares andaluces.
Los andaluces han visto encarecerse el recibo para hacer frente a crecientes gastos de modernización y mantenimiento de la red. Según recoge también la encuesta del INE, el valor unitario del agua –precio por metro cúbico– alcanzaba los 1,85 euros en 2020. Una década antes, eran 1,36 euros. Es decir, el metro cúbico se ha apreciado 49 céntimos. Se paga un 36 por ciento más. En este incremento ha influido el canon del agua, el impuesto que la Junta introdujo en la factura en 2010 para financiar obras de saneamiento y depuradoras en la región. El Gobierno andaluz de Juanma Moreno ha anunciado su suspensión durante 2023.
La moratoria no convence al PSOE andaluz. Su secretario general, Juan Espadas, aprovechó ayer una visita a la Feria de Málaga para pedir al presidente de la Junta medidas en materia de sequía y de ahorro energético dentro de su competencia, «complementarias» a las que ha desarrollado el Gobierno central. La pasada semana se lo pidió por carta y «aún no me ha contestado», se quejaba Espadas.
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