Más de la mitad de los niños está en riesgo de pobreza o exclusión social en Andalucía

Los datos que maneja la organización humanitaria dejan constancia de que a pesar del esfuerzo realizado en políticas sociales en la Comunidad, éstas no se han trasladado a la población infantil y aumenta considerablemente su pobreza .

Para ello manejan la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social: Arope (At risk of poverty or social exclusion, por sus siglas en inglés). Este indicador no se limita a medir la renta en los hogares sino que combina otros factores como los riesgos de pobreza; la privación material severa, hogares que no pueden hacer frente a determinadas situaciones, como pagar el alquiler y facturas periódicas de la vivienda principal sin retraso o mantener una temperatura adecuada en la vivienda ; y por último la baja intensidad del trabajo, atendiendo a la situación laboral de todos los miembros del hogar en edad de trabajar.

De acuerdo con los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística, y con las cifras de la Encuesta de Condiciones de Vida del año pasado, Andalucía es la tercera comunidad autónoma con mayor riesgo de pobreza o exclusión social infantil, con un 51,1%, solo por detrás de la ciudad de Ceuta y Murcia . Esto significa que 834.000 niños andaluces están bajo ese riesgo (de un total de 1.632.962), 91.000 más que el año anterior o en términos porcentuales con un incremento de 5,9 puntos. En toda España esa tasa alcanza un 35,8 por ciento, 2.982.000 niños aproximadamente.

Para medir la tasa de riesgo de pobreza se utiliza como baremo una familia tipo compuesta por dos adultos y dos niños menores de 14 años. En 2013 se calculó que la media en toda España para estar en el umbral de pobreza era unos ingresos medios de 16.719 euros años. Andalucía volvía a posicionarse otra vez como la tercera comunidad con más familias en este riesgo, ya que alcanzaba una media de 12.792 euros, la mitad que la primera, el País Vasco con 24.531 euros. Sólo la ciudad autónoma de Ceuta con 11.960 euros y Extremadura, con 12.481 euros estaban peor. Por tanto, en 2013, el 44,4 por ciento de los niños en Andalucía vivían en hogares con ingresos por debajo del umbral de pobreza infantil.

El presidente de Unicef Comité Andalucía, Ricardo García Pérez, alertó en la presentación de este informe de que «la situación es muy delicada» y que «no solo queremos quedarnos en las cifras, sino que intentamos un compromiso de todos para que los niños puedan gozar de sus derechos».

En cuanto a la carencia material severa, que mide conceptos tan distintos como tener una lavadora o un televisor a color y poder comer pollo o pescado cada dos días, las cifras andaluzas no son tan dispares del resto de España. El año pasado el porcentaje de niños en Andalucía que vivían en hogares con carencia material severa era del 10,1 por ciento frente al 9,5% de toda España. No obstante, el 62,4 por ciento de los hogares con niños en Andalucía no podía permitirse una semana de vacaciones al año.

Sin embargo, el tercer indicador de la tasa Arope, la baja intensidad en el trabajo, coloca a Andalucía en segundo lugar. Se analizan y valoran los niños que viven en casas en los que los adultos han trabajado menos del 20 por ciento de su potencial total en el último año. Las altas cifras de paro han tenido una repercusión muy negativa en la infancia. El porcentaje de niños que el año pasado estaban en hogares con baja intensidad de empleo era del 24,2 por ciento, casi el doble que a nivel nacional, un 14,2. Cabe recordar que Andalucía sufre una tasa de paro del 34,7%, frente al 24,4 por ciento del conjunto de España. Además, el 54 por ciento de los desempleados en Andalucía no recibió ninguna prestación.

Como contrapunto positivo Unicef destaca el alto grado de escolarización de la infancia en Andalucía. En el curso escolar 2011-12, se logró un 96,2%, un 5,4 por ciento superior al porcentaje estatal. Además, resalta la gratuidad en el primer ciclo de Infantil