fraude en los cursos de formación
La Junta tira de manual
Los responsables de la Junta tiran de manual tras el nuevo escándalo de los fondos de formación y reproducen los comentarios que se realizaron al saltar el caso de los ERE
M. Contreras
Primero, cuestionar la existencia misma de los hechos. Segundo, atribuir la culpa a «cuatro golfos» . Tercero, cuestionar el proceso judicial. La reacción de la Junta de Andalucía ante los escándalos que van surgiendo en la gestión de los fondos de Empleo parece recogida ... en un manual o libro blanco de la corrupción que se ha vuelto a abrir en la Consejería con ocasión del presunto fraude en los cursos de formación.
El consejero de Justicia e Interior de la Junta, Emilio de Llera, ha calificado los últimos días de «bulo» el supuesto fraude «masivo y millonario» en cursos de formación para desempleados, a pesar de que la Policía ha interrogado ya a cerca de doscientas personas. Llera no ha sido el único en cuestionar la veracidad de la investigación: el portavoz del socialista en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez , calificó de «infamia» y «calumnia» los hechos, y el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, afirmó que «no se puede hablar de fraude» en los fondos de formación. Un cierre de filas que recuerda al comienzo del caso ERE, cuando el PSOE cuestionó la relevancia del caso y remitió a la investigación interna.
El segundo paso es considerar a la administración víctima de los hechos, remitiendo la responsabilidad a personas que se han aprovechado de la buena fe de ésta. Famosa fue la frase de Manuel Chaves en la que admitía «hechos aislados» y circunscribía la responsabilidad a «cuatro golfos», una teoría que fue asumida durante mucho tiempo en la Junta. Ayer mismo y ante el nuevo escándalo, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, señalaba que en el presunto fraude de los cursos de formación «no estamos ante un fraude de la administración , sino ante un fraude a la administración», y señalaba que «quien haya provocado un quebranto en las cuentas públicas tiene que pagarlo».
El tercer estadio en este modus operandi es el cuestionamiento del proceso judicial. La juez instructora del caso ERE, Mercedes Alaya, ha sufrido numerosas descalificaciones desde el PSOE. El nuevo caso de presuntas irregularidades no ha llegado aún a los tribunales , pero dirigentes socialistas ya han cargado contra la «la filtración ha venido de la Policía Nacional», que constituye «una auténtica vergüenza». según ha señalado el consejero de Justicia, Emilio de Llera.
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