Susana Díaz suplanta a Rubalcaba

Casi desde el primer día, la presidenta andaluza ha incorporado con naturalidad referencias nacionales a su discurso, asumiendo postulados que corrigen la línea defendida por Zapatero —calificó de error la postura de éste respecto al nuevo Estatut— y en defensa de la unidad de España. No es algo nuevo, ya que tanto Chaves como exponían sus opiniones sobre temas nacionales, como presidentes autónomos y dirigentes de principal federación del PSOE. Pero Susana Díaz ha ido más allá, y se ha mostrado extraordinariamente activa, asumiendo una interlocución con los líderes del País Vasco y Cataluña que en principio debía corresponder al secretario general.

La presidenta andaluza se reunió en octubre en Madrid con el secretario general del PSC, Pere Navarro, el mismo día de la conferencia en el hotel Ritz con la que se presentó ante la sociedad política capitalina. Desde entonces, Díaz no ha ocultado su buena relación con el dirigente catalán y ha reivindicado su influencia en la estrategia del PSC. Asimismo, difundió su papel decisivo para que los socialistas apoyasen en el Congreso una moción de UPyD sobre el derecho a decidir.

Díaz, quien ya motivó una respuesta incómoda de Rubalcaba —«representa a los andaluces», le recordó— cuando propuso a Mariano Rajoy un pacto contra la corrupción, también ha extendido su influencia al País Vasco. Esta misma semana almorzó con Patxi López, y a fin de mes viajará a San Sebastián. Unos días después será su cita con Artur Mas. Díaz sigue haciendo el trabajo a Rubalcaba. La duda es si Rubalcaba tiene en la presidenta andaluza una colaboradora o una rival.