Las «preocupaciones» del bipartito en Andalucía: bautizos civiles y símbolos franquistas

Una de las iniciativas más llamativas es la que IU-LV-CA registró en el Parlamento andaluz. Se trata de una proposición no de Ley que requerirá el apoyo de dos terceras partes de la cámara regional para ser aprobada. La idea es «una alternativa laica» al bautizo, cuyo nombre completo es, según la federación de izquierdas, la ceremonia civil de imposición de nombre. Se trata de un acto cuyo fin es dar la «bienvenida democrática» al recién nacido, una tradición, que, según los firmantes de la iniciativa, fue iniciada en la Revolución Francesa bajo los principios de la libertad, igualdad y respeto. En su defensa la parlamentaria de IU Dolores Quintana aseguraba hace unas semanas que se trata de dar derechos civiles a miles de padres», y que, de hecho, son los propios vecinos «quienes acuden a los consistorios a reclamarla.

La posibilidad de que todavía queden símbolos franquistas en algunos municipios es un tema prioritario también para IU. De hecho la Dirección General de Memoria Democrática, dependiente de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales que preside Diego Valderas envió una carta a todos los municipios solicitando un listado con los símbolos franquistas que perviven en ellas, como un paso previo a la eliminación. Sin embargo, parece que no le va a resultar tan fácil hacer esa especie de «inventario» de los símbolos. Han tenido que enviar la carta más de una vez porque, aunque muchas localidades han retirado todos esos símbolos, hay ayuntamientos que ni siquiera contestan, Y en los pueblos y ciudades andaluces quedan aún cientos de calles con nombres de la época de Franco.

Otro de los temas de los que IU ha hecho bandera es la recuperación de la Memoria Democrática. Y la Junta, que se queja de la falta de liquidez, la ha dotado para este año con 835.00 euros, según la ley de Presupuestos andaluza. Se trata de un 33% más que los 627.000 euros del pasado año, frente al recorte general de las cuentas. Pero, además de tener en proyecto la Ley Andaluza de Memoria Democrática, la Junta, en el último Consejo de Gobierno del pasado año, declaró «34 enclaves representativos de la represión franquista». Se trata de espacios, en las ocho provincias, que incluyen fosas comunes, cementerios, cárceles, antiguos campos de batalla, rutas guerrilleras y refugios antiaéreos.

La Junta de Andalucía no ha cejado en su empeño de encontrar los restos de Federico García Lorca, asesinado en la Guerra Civil. Hace dos meses volvía a buscar en el barranco de Víznar. Y eso que hace cuatro años se realizó otra búsqueda en la misma zona de la fosa de Alfácar sin que se obtuviera ningún resultado. Pero ahora el Ejecutivo andaluz, siguiendo las tesis de algunos escritores que sitúan en esa zona el fusilamiento del poeta, ha decidido volver a excavar pese a las conocidas reticencia de la familia del propio García Lorca. De momento, que se sepa, solo ha encontrado evidencias de lo que podría ser un pozo.

La ley integral de transexualidad de Andalucía fue registrada en el Parlamento el pasado diciembre, tras el acuerdo alcanzado sobre su contenido entre Junta, PSOE-A e IU-LV-CA y los dos colectivos de transexuales de Andalucía, ATA y Conjuntos Difusos. También se originó una gran polémica porque IU retiró el borrador que había presentado meses antes y porque los colectivos de transexuales convocaron hasta una huelga de hambre. La Ley integral de no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales, como lleva por nombre, supone, entre otras cosas, que los transexuales, que ahora solo son tratados en el hospital de Málaga, reciban atención en toda la red pública hospitalaria.

La idea, con el sello de IU, era crear un banco público de tierras para entregar terrenos públicos sin aprovechamiento a los trabajadores en paro. Sería algo así como el viejo axioma de la tierra para el que la trabaja. El proyecto comunista preveía expropiar cerca de 10.000 hectáreas para formar ese peculiar banco. Sin embargo la Junta decidió «descafeinarlo» y la cosa quedará, de momento, en un Observatorio de Tierras que antes de expropiar nada, hará un diagnóstico y análisis de la situación.