Los promotores del fiasco aéreo de la Junta, «perdidos en el Caribe»

«Se ha tenido conocimiento de que pueden residir en el extranjero, uno en las Antípodas y otro en la región caribeña», detalla el atestado policial, de 51 páginas, entregado al juez de instrucción número 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas. Fernando Guerrero, que fue director general de la aerolínea y socio del proyecto (del que su hermano también era accionista), llegó a percibir durante 2008 y 2009 unos ingresos de 206.079 y 106.260 euros, respectivamente, según Hacienda.

La aerolínea registró unas pérdidas de 9,3 millones de euros a finales de 2010, después de operar durante sólo 17 meses. Pese a que el proyecto de vuelos chárter resultó ruinoso, Fernando Guerrero disfrutó de un contrato de alta dirección de 125.000 euros al año más un complemento variable en dos tramos de 42.500 euros cada uno, asociado a los objetivos. Otro de los responsables del operador aéreo, José Luis Pavía, tenía otro contrato de 120.000 euros. Estas cuantiosas retribuciones llaman la atención de la Policía, que destaca que se trata de «sueldos llamativos para una empresa que se encuentra en fuertes pérdidas». Todos los intentos de la Policía por dar con los hermanos Guerrero Ros han resultado infructuosos.