Las claves de la campaña de vacunación contra la gripe 2013-2014

La gripe es una enfermedad generalmente leve, producida por un virus, que comienza de forma súbita con fiebre, dolor de cabeza, malestar general, congestión nasal y tos. En algunas personas mayores, o con determinadas enfermedades crónicas, tengan la edad que tengan, puede causar complicaciones graves, fundamentalmente respiratorias. En este sentido, la vacuna es la única forma de prevenir la gripe. Los tratamientos existentes no pueden curar la gripe, tan sólo aliviar los síntomas. De ahí la importancia de la labor de prevención de la vacuna.

Sin embargo, la vacuna previene frente a la gripe pero no contra catarros o resfriados. La diferencia es que los catarros están provocados por diferentes gérmenes y producen más tos y mucosidad, no suelen causar tantos dolores en las articulaciones y músculos y la fiebre suele ser menor que con la gripe. Lo que sí es cierto es que una persona vacunada tiene muchas menos posibilidades de padecer gripe y, si la padece, suele ser menos grave.

No todas las personas deben vacunarse. Entran en el «cupo»: las personas de 65 años o más, quienes están en contacto con personas que padezcan enfermedades crónicas de riesgo, personas que trabajan en centros sanitarios, mujeres embarazadas y quienes sufren determinadas enfermedades crónicas de riesgo -en el caso que no formes parte de ningún grupo de riesgo, deberás pagar la vacuna si deseas ponértela-.

En este sentido, las enfermedades o situaciones con alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe son aquellas personas que padezcan enfermedades del aparato respiratorio (fibrosis quística, asma, displasia bronco-pulmonar...), enfermedades metabólicas (diabetes, obesidad mórbida), insuficiencia renal, algunas anemias, cáncer, enfermedades hepáticas crónicas, neuromusculares o inmunosupresión. Asimismo, deben vacunarse todas aquellas personas que no tienen bazo, los menores que reciben tratamiento con aspirina de forma prolongada y personas que padecen trastornos o enfermedades que conlleven disfunción cognitiva como el síndrome de Down o demencias.

El virus de la gripe varía generalmente cada año y las vacunas se hacen cada temporada en función del virus correspondiente. Por lo tanto, hay que vacunarse todos los años. La campaña de vacunación de la gripe se extiende durante los meses de octubre y noviembre, por lo que no es necesario vacunarse los primeros días.

Como norma general, con una vacuna al año es suficiente. En tu centro de salud y hospital le informarán sobre el lugar en el que deberá vacunarse.

Los ciudadanos podrán pedir cita previa para la vacunación en su centro de salud, a través del servicio telefónico Salud Responde (902 505 060) y, por primera vez, las personas mayores de 65 años también podrán hacerlo por internet.

Pocos y no muy frecuentes y generalmente leves. Además, suelen desaparecer entre las 24 y las 48 horas siguientes a la vacunación. No obstante, consulte en su punto de vacunación, informando si la vacuna anterior le produjo alguna reacción o si tiene algún tipo de alergia.