caso ere
La juez Alaya revela su secreto sobre los ERE
Dónde fue el dinero, comisiones, los sindicatos, mediadores.... Son algunos datos que esconden los 50 tomos del sumario
MErcedes benítez
Cuando esta semana (probablemente este lunes) se conozca el contenido del medio centenar de tomos del sumario de los ERE que tan celosamente ha guardado la juez Mercedes Alaya, se despejarán muchas incógnitas acerca del mayor escándalo de corrupción de la autonomía.
Destino final del ... dinero. Es la principal incógnita. De hecho en el auto por el que se decretaba el secreto apuntaba nuevos delitos de cohecho, asociación ilícita y blanqueo de capitales. Y pretendía era el destino final del dinero público.
Papel de la Junta. «Estaríamos ante un sistema perfectamente establecido, en el que la concesión de ayudas se convierte en el verdadero negocio, premisa absolutamente contradictoria con el grandilocuente principio de la paz social». Así definía la juez el papel de la Junta de Andalucía.
La cuantía del fraude. Cuando la juez envió a prisión al exdirector de Trabajo, Francisco Javier Guerrero, estimó que fueron 617 las ayudas sociolaborales y 270 las ayudas a empresas otorgadas fraudulentamente, y la Fiscalía Anticorrupción calculó su importe en 933 millones.
Enriquecimiento personal. La Guardia Civil intentaba esclarecer «el presunto enriquecimiento ilícito que determinadas personas puedan haber obtenido». A medida que se conocieron datos, se fueron confirmando. Juan Lanzas y el propio exdirector de Trabajo se fueron con sus esposas a Shangai.
Mediadores. También se conocerán más datos del papel de los mediadores como el conseguidor Juan Lanzas que acaparó 16 casas y trece millones de euros. Por ser «el amigo de la administración».
Los testaferros. En el entramado figuran numerosos testaferros. Eran «hombres de paja» en empresas pantalla. Entre ellos el chófer de la coca, Juan Francisco Trujillo, Juan Francisco Algarín (que se estaba tratando de su adicción al alcohol) o Goyo (el supuesto camello) y hasta a una limpiadora.
Sindicatos. Un exdirectivo de una de las mediadoras admitió el pago de más de cuatro millones a CCOO y UGT. El papel de las mediadoras también quedará al descubierto como el de los despachos de abogados.
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