Las acusaciones reclaman al juez que cite como imputada a la asesora en Moncloa de Begoña Gómez

Esta diligencia va un paso más allá en la línea de profundizar sobre las labores que realizaba Álvarez, a sueldo de Presidencia, para las actividades privadas de Begoña Gómez. Hasta ahora, las acusaciones venían pidiendo su comparecencia como testigo en tanto que constaba su presencia en momentos clave del desarrollo de la cátedra, pero el uso de su dirección corporativa de Moncloa en una gestiones para un evento en Ifema que organizaba Begoña Gómez hizo apuntar hacia ella cuestionando su labor como empleada de la Administración Pública.

El escrito, al que tuvo acceso ABC y que registra VOX porque aglutina por orden del juez a todas las acusaciones populares, solicita que «se requiera a Presidencia del Gobierno la Relación de Puestos de Trabajo de Moncloa, desde junio de 2018, con el fin de determinar los roles y cargos de los distintos trabajadores y asesores que desempeñan sus labores en el Palacio de la Moncloa« a fin de conocer la posición que ocupa Álvarez en el organigrama. Quieren además, que la UCO intervenga sus correos electrónicos para analizar hasta dónde llegaban sus gestiones.

En paralelo, instan a recabar en el departamento de transferencia de conocimiento de la Complutense (la OTRI) «copia testimoniada de los expedientes que hubiera podido tramitar para cualquier tipo de inscripción registral (de Propiedad Intelectual, programa informático, derechos de autor, marcas, nombre comerciales, diseños industriales, etc.) en relación a la Catedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva» y el software que manejaba.

Solicitan además otras diligencias, como requerir al ex vicerrector de Relaciones Institucionales de la universidad, Juan Carlo Doadrio, la documentación relativa a la cátedra que ya dijo en su declaración que conservaba, incluyendo un whatsapp con Cristina Álvarez que reveló en exclusiva este diario, y comparezca como imputada la trabajadora de la gerencia Escuela de Gobierno que escribió un email a Begoña Gómez indicándole que debía firmar ella los pliegos para la contratación del software de la cátedra.