Abortistas, Messi, un molino y dos víctimas del franquismo: El viaje «de lujo» de Armengol a 4.000 euros por día

El 31 de mayo, Armengol y su gobierno aprobaron la ley de turismo. Esa misma jornada, la presidenta de Baleares cogió un vuelo a Argentina a cuenta del erario público junto con su director de gabinete, Quim Torres; la consellera de Presidencia, Función Pública e Igualdad, Mercedes Garrido; y del director general de Relaciones Institucionales y Cooperación Local, Francesc Miralles, para participar en el pleno del Consejo de Comunidades Baleares en el Exterior en la ciudad argentina de San Pedro.

El motivo principal de este viaje era asistir al pleno de las casas baleares en el exterior «para poder actualizar la normativa que las rige», así como para «agradecer el trabajo que realizan» en todas aquellas personas descendientes de emigrantes baleares «que siguen manteniendo vínculos culturales e históricos con nuestro pueblo». Estas reuniones se celebran cada dos años, alternando Baleares y el exterior, y participan los presidentes de casas y centros baleares de Cuba, Venezuela, Puerto Rico, México, Republica Dominicana, Uruguay, y de casas regionales de las principales provincias de Argentina.

El último presidente balear que se desplazó hasta Suramérica para participar en el pleno de este Consejo fue el popular José Ramón Bauzá en 2013. Armengol, entonces líder de la oposición, consideró que era «esperpéntico» que el mandatario se fuese a este viaje en vez solventar el conflicto educativo que brotaba en esas fechas.

En 2017 se celebró una nueva edición del Consejo en el exterior, concretamente en Rosario (Argentina), y la dirigente balear –ya al frente del Gobierno balear– envió al entonces director de Relaciones Institucionales y Acción Exterior, Josep Claverol, y ella se conformó con grabar un vídeo. Cinco años después, ha cambiado de criterio y prefiere asistir personalmente y llevar consigo a dos altos cargos, además de su jefe de gabinete, al margen del momento de gran incertidumbre económica y con una inflación de precios disparada.

«El Consejo de Comunidades Baleares en el exterior se ha de celebrar por ley cada dos años», justificó a ABC el gabinete de Francina Armengol, que insistió en que «cuando toca en Baleares es más caro porque la Administración costea el viaje de todos los representantes».

El PP, en cambio, ve un «repentino interés» del Govern por las comunidades en el exterior «ahora que se acercan las elecciones», en mayo de 2023.

En todo caso, en sus cinco días de periplo por Argentina, Armengol se alojó en hoteles de cuatro estrellas, en los que gastó 1.123 euros, incluyendo también el alojamiento de su director de gabinete. Desembolsó 2.115 euros por una furgoneta de alquiler con la que se desplazó con esta comitiva balear por el país, además de 3.737,72 euros por cada vuelo de ida y vuelta entre Palma y Buenos Aires.

A su llegada a Buenos Aires, la presidenta fue distinguida como «huésped de honor» de la Legislatura de la ciudad, se reunió con la embajadora española y mantuvo un encuentro con diputadas feministas que en 2020 impulsaron la legalización del derecho al aborto en Argentina. «Compartimos lucha y camino. Sea donde sea, siempre juntas», escribió en su Twitter la socialista, que también participó en la entrega de dos diplomas a familiares represaliados por el franquismo.

Cuando llegó a Ciudad de Rosario, Armengol puso un criticado tuit: «Aquí nació el mejor futbolista de la historia». En la 'cuna' de Messi visitó la Casa Balear de Rosario y al Consejo Municipal de la Ciudad, donde fue declarada «visitante distinguida» y pronunció una conferencia en la Universidad Nacional de la ciudad. En San Pedro, descubrió la placa de un monolito recordatorio de Mallorca y asistió a la inauguración de la primera etapa de la construcción de un molino de estilo mallorquín.

La acompañaba la consellera de Presidencia, Mercedes Garrido, que gastó otros 561,50 euros en hoteles y pasó un recibo de 22,65 euros por un desayuno; y el director general de Relaciones Institucionales y Cooperación Local, Francesc Miralles, quien desembolsó otros 561,50 euros por los hoteles y facturó 557,11 euros en comidas y cenas de «siete» y «diez» personas. La cena del 1 de junio con siete personas costó 221,95 euros pero no se indica el lugar.

El pasado 7 de junio, el PP criticó la falta de transparencia de este viaje, cuyos gastos ni agenda se habían publicado en aquel momento. La respuesta de la consellera Garrido fue que el viaje había servido para «reforzar los lazos con las comunidades de baleares residentes en el exterior». El portavoz del Ejecutivo autonómico, Iago Negueruela, insistió en que los objetivos del viaje se habían cumplido.

Para el PP balear, es, «sin lugar a duda, un gasto absolutamente innecesario, propio de una campaña electoral e impropio de una época donde los ciudadanos luchan cada día contra unos precios disparados de la cesta de la compra, los combustibles y la luz», señaló su portavoz, Antoni Costa, que acusó a Armengol de vivir en «un búnker» y «ajena a la realidad».