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El PSM vuelve a dar dolores de cabeza a Ferraz

Tomás Gómez planta cara al intento de Rubalcaba de eliminar de las listas a destacados iconos del «zapaterismo»

GABRIEL SANZ

MADRID

Alfredo Pérez Rubalcaba está dejando para el final la polémica «batalla» por la lista de Madrid al Congreso, consciente de que será un dolor de cabeza mayor que el conflicto de recolocar al ministro del Interior, Antonio Camacho, por Zamora tras «caerse» de Madrid; o el «no» de Angel Gabilondo a ir de «número dos» en Valencia por el mismo motivo: no había sitio para él en la capital. El secretario general del PSM, Tomás Gómez, ha aceptado sin rechistar que Elena Valenciano, Valeriano Gómez y Cristina Narbona sean los siguientes a Rubalcaba en la candidatura porque lo considera prerrogativa del candidato. Se reserva para pelear la zona conflictiva, la que va entre Narbona y el candidato 10 o 12. El máximo que, según los sondeos, sacará el PSOE en la capital (15 fueron en 2008).

Ferraz ya se está moviendo para que las asambleas del PSM postulen «sus» nombres: el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, los ejecutivos Antonio Hernando y Pedro Sánchez, y la responsable de nuevas tecnologías del Comité Electoral, Ángeles Álvarez. Tampoco se ve con malos ojos al diputado «de UGT», Manuel de la Rocha. A ellos hay que añadir el secretario general de la Presidencia del Gobierno, José Enrique Serrano, que no está apareciendo en los debates asamblearios pero que todos dan por seguro en la lista con Rubalcaba por designación de éste.

El problema es que todos ellos suman diez y haber desplazado a Camacho no basta. La candidatura ya entra en «zona caliente» (posibilidad de no elección) sin haber incluido la «cuota» PSM: dos en puestos de salida para los actuales diputados Delia Blanco y Rafael Simancas. Y el diputado de Izquierda Socialista Juan Antonio Barrio de Penagos.

Además, según fuentes socialistas, Gómez planteará también batalla por la inclusión del «zapaterista» José Andrés Torres Mora en puestos de salida si el PSOE de Málaga insiste en relegarle a puestos en los que seguro que no sale el 20-N. «Si una potencial candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid (Trinidad Jiménez) puede ser número uno por Málaga, uno de Málaga podrá ir por Madrid», se oye decir estos días en la sede socialista de Callao.

Zapatero se interesa

La no inclusión de Torres Mora, poco conocido para el gran público, amenaza con convertirse en un símbolo de laminación del «zapaterismo» en el próximo Grupo Socialista. José Luis Rodríguez Zapatero asiste en silencio a un proceso que ya se ha llevado por delante a uno de los suyos y de Carme Chacón, Alvaro Cuesta, a quien Rubalcaba pretende sustituir en Asturias por alguien más afín a él, el delegado del Gobierno, Antonio Trevín. Pero eso no quiere decir que Zapatero no se esté moviendo. Fuentes socialistas aseguran a ABC que ha hablado con varios de los posibles excluidos, para saber como va lo suyo. La principal queja de todos es haberse enterado de su baja por la prensa. En este sentido, esas fuentes no descartan que Zapatero haga un gesto, en el caso de Torres Mora, para que Málaga le meta en puesto de salida o bien lo acoja Madrid. Simancas o Pedro Sánchez quedarían fuera.

Porque, en esta elaboración de un grupo palamentario mucho más reducido tras la previsible derrota del 20-N, Rubalcaba está teniendo especial cuidado en apartar todo lo que pueda hacerle sombra: diputados díscolos (los dos de Izquierda Socialista Barrio de Penagos en Madrid y José Antonio Pérez Tapias en Granada), «zapateristas» de primera hora como Torres Mora y Cuesta, y previsibles «chaconistas» como Jesús Cuadrado, por el que ha intercedido el propio José Bono, con el que trabó amistad cuando era ministro de defensa y él portavoz en la comisión parlamentaria correspondiente. Cuadrado lo tiene más difícil porque ha planteado un «órdago» en las asambleas zamoranas y lo ha perdido (Camacho ganó en 17 de las 28 agrupaciones. Ferraz tampoco quiere «barones» en la Carrera de San Jerónimo. Por lo menos, con poder. José María Barreda va a ser diputado por Ciudad Real, pero dejará la secretaría general del PSOE castellano-manchego en pocos meses y su sucesor, el alcalde de Toledo, Emiliano García-Paje, no ha logrado ser «número uno» al Congreso. Tampoco estará el extremeño Guillermo Fernández Vara. Anoche dijo a ABC que sus listas no están hechas pero confirmó que él no estará. Tampoco estará el valenciano Jorge Alarte que, según algunas fuentes, intentó en un principio dar el salto a Madrid.

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