Vara se insinúa como «tercera vía» frente a Rubalcaba y Chacón para liderar el PSOE

Esta rebeldía sobrevenida por parte de un hombre que está en muchas «quinielas» para suceder a Zapatero llegó a 24 horas de la reunión más trascendental del Comité Federal para muchos años. Sus 246 miembros no sólo se enfrentan hoy al análisis del peor resultado en elecciones generales desde 1977 —110 diputados—, sino al porqué de una constante pérdida de ayuntamientos y autonomías que ha dejado al partido con solo nueve alcaldías de capital, la Junta de Andalucía —que puede caer en los comicios de primavera—, y un lendakari, Patxi López, al que no le salen las cuentas para seguir tras la irrupción de Bildu.

De los silencios, gestos y palabras de aquellos «barones» que hablen a puerta cerrada tras escuchar los informes televisados de Zapatero y Rubalcaba, saldrán lecturas varias sobre la fortaleza o debilidad orgánica de este último para lanzarse a la conquista de la Secretaría General en el 38 Congreso, que tendrá lugar en Sevilla los días 3, 4 y 5 de febrero de 2012.

Asistirán al cónclave 969 delegados previamente elegidos por la militancia en los «congresillos» de cada federación y es, precisamente, el malestar de esas bases contra el «precocinado» que estaban viendo lo que ha frenado el apoyo público que muchos «aparatos» de federación venían mostrando desde el lunes a Rubalcaba. Eso, y la reacción de Chacón que, espoleada por los críticos que encabeza el líder del PSM, Tomás Gómez y miembros de la Ejecutiva que permanecen agazapados , ha dejado caer ya su disposición a abanderar a quienes creen que el ex vicepresidente del Gobierno no puede ser la renovación tras la debacle del 20-N.

Este sector analiza el anuncio del vicesecretario, José Blanco, de que no ostentará ningún cargo orgánico tras el 38 Congreso, como un «varapalo» para Rubalcaba porque su imagen hoy en el Comité Federal será la del único de los tres dirigentes con más poder en la etapa que ahora acaba, Zapatero, Blanco y él, que se empeña en seguir. Ayer fue la directora de su campaña electoral, Elena Valenciano, quien reconocía en Twitter que el 38 Congreso «debe ser tan abierto y democrático como el que aupó a Zapatero a la Secretaría General» en el año 2000. Es decir, con varias candidaturas en liza.