El retraso del auto del «Faisán» blinda a Camacho hasta el 20-N
Tras la revocación del procesamiento para «investigar más», el juez podría citar al ministro
El retraso del auto del «Faisán» blinda a Camacho hasta el 20-N
Se cumple un mes desde que el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional decidió revocar el procesamiento de los tres mandos policiales del «caso Faisán» y devolver la «patata caliente» al juez Pablo Ruz para que llevara a cabo «una ... más amplia investigación», al considerar insuficientes los indicios existentes contra ellos. La unanimidad que compartieron entonces los catorce magistrados que debatieron ese «complejo» asunto jurídico, y que sí apreciaron la existencia de un delito en el «chivatazo», parece que se está rompiendo conforme pasan las semanas.
El motivo es el retraso en la redacción del auto, que no está sentando bien a algunos de los jueces que participaron en aquel Pleno. Fuentes de la Audiencia Nacional señalan que si realmente se quiere desvincular aquella decisión judicial de cualquier connotación política, el asunto «debería resolverse ya», pues la dilación no va a hacer más que alimentar las especulaciones sobre un especial interés de este Tribunal por paralizar la investigación del «caso Faisán» antes del 20-N. El ponente de ese auto es el magistrado José Ricardo de Prada, el mismo que en un voto particular justificó el «chivatazo» en un contexto de negociación política.
Si la Sala considera que esa «más amplia investigación» encomendada a Ruz pasa por ampliar la franja horaria para analizar las llamadas en días previos al «soplo», o por recurrir a los superiores jerárquicos de los que en su momento fueron procesados, no cabe duda de que cualquier paso que dé Ruz podría enturbiar la campaña electoral. Ambas posibilidades tocan de lleno al hoy ministro Antonio Camacho (en el momento del «soplo» secretario de Estado). La primera, porque podría haber más llamadas que las ya conocidas entre él y el ex director general de la Policía , Víctor García Hidalgo, procesado en su momento. La segunda, porque le une con los tres mandos —sobre los que Ruz sí vio indicios— una relación de jerarquía. La posibilidad de que el instructor cite al ministro como testigo resulta aún así bastante remota, pues ya tuvo oportunidad de llamarlo cuando se lo pidieron las acusaciones y lo rechazó. Pero si hoy hubiera cambiado de opinión, tampoco podría hacerlo, pues hasta que no conozca el auto no puede mover ficha.
Las fuentes antes citadas también resaltan el contraste entre la premura del presidente de la Sala Penal, Javier Gómez Bermúdez, para arrebatar el «Faisán» a la Sección Segunda (a la que correspondía resolver los recursos), y el tiempo que se está dando al juez De Prada para redactar un auto que, según se dijo en aquel Pleno, iba a ser «breve».
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