Rajoy pone a Cospedal como punta de lanza para llegar a Moncloa
Reclama «cuajo» a Zapatero para que asuma sus errores de gobierno
Rajoy pone a Cospedal como punta de lanza para llegar a Moncloa
Recibido bajo los gritos de «Zapatero, dimisión», la intervención de Mariano Rajoy en la atestada plaza de toros de Toledo estuvo marcada por una palabra: «Cambio». La repitió decenas de veces, en todas las formulaciones posibles y con una apelación muy concreta a Castilla-La ... Mancha, presentada como una especie de punta de lanza para su desembarco en Moncloa. Rajoy convocó a los ciudadanos «al cambio que se va a producir aquí y después en toda España».
Castilla-La Mancha es el «revulsivo» y María Dolores de Cospedal la iniciadora de ese proceso, según Rajoy, que se juega mucho en el éxito o fracaso de su «número dos». «Cada día que pasa es un día menos para que cambie este gobierno socialista. Merece la pena, es una batalla que vamos a dar y que vamos a ganar», dijo el líder popular con el optimismo de unos sondeos que les colocan en posición ganadora en una región hasta ahora inaccesible.
«Batalla de ideas»
«Os pido que nos ayudéis para el cambio. Esta ya no es una batalla de ideologías sino de ideas y de competencia para gobernar», manifestó en otro momento de su mitin sin resistirse a reclamar «cuajo» a José Luis Rodríguez Zapatero «para que reconozca sus errores y no le eche la culpa a los que llevan siete años en la oposición». De esta manera respondía a los mensajes socialistas de que la culpa de la crisis la tiene el modelo económico de los gobiernos de José María Aznar.
La candidata popular —recibida en su caso con los gritos de «sí, sí, sí, el cambio ya está aquí»— puso el acento en que en solo dos días de campaña se puede percibir «un pulso de cambio que recorre Castilla-La Mancha que transmite que vamos a ganar el 22 de mayo». Explicó que son las cinco provincias castellanomanchegas «las que van a traer el cambio a este país y donde va a comenzar la recuperación nacional».
Además, fiel al guión de Génova, equiparó en todo momento a su adversario José María Barreda con José Luis Rodríguez Zapatero, corresponsables, a su juicio, de la situación económica. Pero fue más allá al afirmar que «nos da igual que se hable de Rubalcaba o de Chacón, todos son lo mismo y, el peor de ellos, Barreda» en un intento por desgastar también a los posibles sucesores de Zapatero.
El PP hizo ayer una demostración de fuerza en la Plaza de Toros de Toledo, recinto que no se utilizaba para actos electorales desde 1995 y que conoció sus últimos llenazos políticos en 1993 con sendos mítines de Felipe González y José María Aznar. De ahí el empeño de Cospedal por demostrar músculo en una región que, por primera vez en democracia, puede cambiar de partido de Gobierno y que va a servir para medir el éxito o el fracaso del PP en las elecciones del 22-M. Cerca de 12.000 personas lograron reunir los populares en un un esfuerzo movilizador sin precedentes. El PP se ha marcado sacar, al menos, diez puntos de diferencia a los socialistas en el ámbito de la Comunidad.
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