Cascos pierde las elecciones y se queda a merced del PP

El PSOE se convierte en primera fuerza y los populares conservan los resultados de 2011

PALOMA CERVILLA

La división del centro derecha en Asturias ha terminado por poner en bandeja el triunfo electoral al PSOE, aunque las elecciones autonómicas han dibujado un mapa político excesivamente fragmentado en esta Comunidad. Los socialistas han sido los grandes beneficiados de esta crisis eterna de los ... populares y ganaron ayer la elecciones. Una victoria que podría ser amarga si el Foro Asturias de Álvarez-Cascos y el PP deciden aparcar sus diferencias y alcanzar un pacto de gobierno. Al fin y al cabo, el centro derecha asturiano suma los 23 escaños que le garantizan la mayoría absoluta (13 del Foro Asturias y 10 del PP), frente a los 16 diputados del PSOE y los 5 de IU. La novedad la representa UPyD que entra en el Parlamento asturiano con un diputado.

Los socialistas han recuperado el protagonismo político en esta Comunidad Autónoma, de la mano del candidato Javier Fernández, después del paréntesis de los meses de gobierno de Álvarez-Cascos. Al ganar las elecciones, con un diputado más que en las últimas autonómicas, los socialistas recuperan posiciones —de 15 han pasado a 16— y Pérez Rubalcaba puede exhibir así su primer triunfo como secretario general. También han conseguido subir el porcentaje, cinco puntos, del 29,92 por ciento al 32,02.

El gran perdedor de estas elecciones ha sido el actual presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, cuya formación política ha pasado a ser la segunda fuerza más votada. Tenía 16 diputados en 2011 y ayer obtuvo 13. Un retroceso que castiga una forma de gobernar que se ha caracterizado por el enfrentamiento con el Gobierno del PP y con el resto de los grupos políticos, con los que no pudo pactar los presupuestos autonómicos, utilizando esta circunstancia como excusa para disolver el Parlamento y convocar unas nuevas elecciones. Esta actitud le ha merecido la censura de los ciudadanos, que en Asturias han puesto de manifiesto su rechazo a esta nueva cita con las urnas.

El Partido Popular mantiene su posición al conservar los diez escaños que ya consiguió en 2011. La candidata Mercedes Fernández no ha podido superar los resultados de su antecesora Isabel Pérez Espinosa, pero ahora sí que podrá jugar la baza del pacto con Álvarez-Cascos. Lo que sí ha conseguido aumentar el Partido Popular es el porcentaje de votos, ya que partía de un 19,95 por ciento y ha crecido al 21,42. Es cierto que esta formación política albergaba la esperanza de aumentar el respaldo de los ciudadanos, que finalmente no ha sido posible.

Los populares no han podido tampoco captar el voto de los desencantados con Álvarez-Cascos que, a tenor de los resultados electorales, podrían haber caído en la cesta de Izquierda Unida, ya que los socialistas no han visto resentidos sus resultados electorales.

La segunda formación política que se ha beneficiado de la ruptura del centro derecha es Izquierda Unida, que sube un diputado —de 4 a 5—, pero no podrá formar gobierno con el PSOE, por lo que se podría quedar en una fuerza política testimonial en el Parlamento.

La irrupción de UPyD en el mapa político asturiano es significativa, pero sin valor en el juego de mayorías. Su único diputado no será llave para formar gobierno.

La apatía con la que se ha vivido la campaña electoral se ha visto reflejada en la escasa participación en las urnas. Los asturianos han castigado la decisión de Álvarez-Cascos de convocar elecciones solo diez meses después de celebrarse los comicios autonómicos. El primer avance de participación a las dos de la tarde indicaba que solo un 26,60 por cientos de los asturianos habían acudido a las urnas, respecto al 34,99 de 2011. El segundo, a las seis de la tarde, no mejoró la situación, sino que la empeoró. Un 42,68 por ciento frente al 51,29 de 2011.

Finalmente, la participación ha sido de un 55,76 por ciento, lo que supone el porcentaje más bajo de las ocho elecciones autonómicas que se han celebrado en Asturias desde 1983. En total, la participación ha caído más de once puntos respecto a los comicios del pasado mes de mayo de 2011.

A la vista de los resultados, el futuro de Asturias pasa irremediablemente por el pacto. El Partido Popular lo tiene muy asumido y así lo reconocían a ABC dirigentes de esta formación política durante la campaña electoral: «Si no pactamos, nos tenemos que ir de Asturias». Precisamente para llegar a este pacto se configuraron las listas. A la cabeza de la misma, una mujer dialogante que, en el pasado, tuvo buenas relaciones con Francisco Álvarez-Cascos. Su discurso en campaña ha sido de mano tendida, intentando huir del enfrentamiento y ofreciendo diálogo. Además, se buscaron candidatos con un pasado «limpio» de enfrentamientos con el ex secretario general.

Hasta el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, lo tenía claro en los últimos días de campaña, aunque esperaba que el Foro Asturias perdiera más votos de los que finalmente ha perdido. La esperanza era negociar con un Foro de Asturias debilitado que tuviera que ceder a las exigencias que le plantearan los populares.

Los próximos días serán claves para saber el rumbo que pueden tomar estas conversaciones. Si el PP hubiera quedado por encima de Foro Asturias en sus resultados electorales, su fuerza sería mayor e incluso podría poner sobre la mesa la Presidencia de la Junta como moneda de cambio para que el partido de Álvarez-Cascos pudiera entrar en el Gobierno. Al haber quedado relegada a la tercera posición, el PP tendrá que admitir que ya no puede aspirar a la Presidencia, aunque sí podrá entrar a formar parte del Gobierno del Principado.

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