Los progresistas Pascual Sala y Manuel Aragón pugnan por presidir el Constitucional

La ley orgánica que regula el funcionamiento del Tribunal Constitucional señala en su artículo 16 que el Pleno elegirá al presidente y al vicepresidente «a partir» del momento en el que se produzca cada renovación y que el mandato de ambos será de tres años. La finalidad de esta previsión no es otra que dar a los magistrados recién incorporados al Tribunal la posibilidad de elegir a quienes ocuparán la presidencia y la vicepresidencia. De ahí que Javier Delgado, como presidente en funciones, haya convocado de forma inmediata al Pleno tras la renovación que culminó esta semana con la toma de posesión de Adela Asúa, Luis Ignacio Ortega, Francisco José Hernando y Francisco Pérez de los Cobos.

La duda está en saber qué pasará con los elegidos si los partidos logran desbloquear las negociaciones en breve y el Congreso lleva a cabo la renovación que queda pendiente, con la que saldrán del TC el propio Delgado, Elisa Pérez Vera, Eugeni Gay y se cubrirá por fin la vacante de Roberto García-Calvo, fallecido en mayo de 2008. Según algunas fuentes jurídicas, y de acuerdo con el artículo 16 antes citado, el Pleno debería volver a elegir al presidente y al vicepresidente. Siempre existe la posibilidad, según apuntan algunas fuentes del TC, que los elegidos la próxima semana sean revalidados cuando se produzca esa segunda hipotética votación.

En cuanto a los nombres , parece bastante probable que se trate de magistrados adscritos al llamado sector progresista , que en teoría goza de amplia mayoría al sumar siete los magistrados propuestos por el PSOE y cuatro los nombrados a propuesta del Partido Popular. Los nombres que más suenan son los de Pascual Sala y Manuel Aragón, ambos del grupo progresista y nombrados en junio de 2004, por lo que aún tienen por delante tres años de mandato, el mismo tiempo que, en principio, debe durar el cargo de presidente y vicepresidente.