Casas se despide con una bronca por el «notorio retraso» de la renovación del TC

Con la libertad que da dejar la presidencia del TC, Casas recordó hasta en diez ocasiones que el incumplimiento de los plazos previstos para la renovación del Tribunal es inconstitucional. Javier Delgado Barrio , presidente en funciones hasta que el Pleno designe al sustituto de Casas, rompió el protocolo para denunciar la «anomalía» de la situación del Tribunal Constitucional que ha quedado constituido. Casas, cuyas palabras suscribieron la mayoría de sus compañeros, y Delgado recibieron sendos sonoros aplausos.

«Hoy, por fin, celebramos la renovación parcial del Tribunal Constitucional». Ese fue el arranque del discurso de Casas, quien inmediatamente precisó que la celebración no puede ser «completa» por el «notorio retraso» de la renovación y porque aún falta que los partidos políticos se pongan de acuerdo y designen a los cuatro nuevos vocales que el Congreso debió proponer entes de noviembre. El bloqueo en que se encuentra la negociación —de la que deberá salir el sustituto de Roberto García-Calvo , fallecido en mayo de 2008— ha dado lugar a que «por primera vez en su historia» el Tribunal Constitucional empiece una nueva etapa con un magistrado menos, once en lugar de doce.

Ante un salón de actos abarrotado de público, Casas advirtió que «el incumplimiento de los plazos para que las Cámaras procedan a la renovación del Tribunal no es bueno para nadie», «a nadie favorece y a todos perjudica»; y entre los perjudicados citó de forma expresa al Parlamento «que infringe las previsiones de la Constitución » y cuyas designaciones de magistrados «quedan embarradas por todo tipo de cábalas y supuestas negociaciones políticas llevadas a cabo al margen» de las propias Cámaras.

La ex presidenta del TC dio una vuelta de tuerca más para recordar que el nombramiento de los nuevos magistrados requiere el consenso del Parlamento (mayoría de tres quintos). Con unas palabras en las que, en opinión de varios de los invitados, pareció referirse a Enrique López , uno de los candidatos que propone el PP y que rechazan el Gobierno y el PSOE, Casas advirtió que el consenso «debe alcanzarse en todas y cada una de las personas elegidas para formar parte del Tribunal, pues todas ellas deben ser juristas de reconocido prestigio». «Cualquier reparto de puestos, sin atender a las cualidades de cada uno de los candidatos, sería una vulneración del mandato constitucional tan grave como el retraso en proceder a la renovación », añadió.

Fuentes del TC indicaron que, previsiblemente la próxima semana, Delgado convocará el Pleno en el que deberían ser elegidos los nuevos presidente y vicepresidente. Sin embargo, también esa designación está en estos momentos en el aire pues no hay consenso sobre si ambos cargos deben nombrarse sin demora o no. Hay magistrados partidarios de esperar a que se produzca la siguiente renovación con el fin de que los nuevos vocales tengan la oportunidad de votar a las personas que quieren tener al frente de la institución; otros, sin embargo, son de la opinión de que presidente y vicepresidente deben ser nombrados sin demora después de cada renovación.

Tras el acto de hoy, junto a Casas cesaron el vicepresidente, Guillermo Jiménez, y los magistrados Vicente Conde y Jorge Rodríguez Zapata