Zapatero retrocede seis puntos en Cataluña y CIU gana terreno

Ni la ocultación de Magdalena Álvarez evita el fiasco socialista. El PP mantiene al alza los resultados de 2004

Esta vez Cataluña le ha dado la espalda a José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechando que las elecciones europeas pasaban por allí. El PSC-PSOE obtuvo ayer el 35,93 por ciento de los sufragios, frente al 42,8% de hace cinco años. Una pérdida de ... siete puntos que pone de manifiesto que ni la agresiva campaña del PSC contra el PP ni la ocultación de Magdalena Álvarez en las listas han logrado movilizar al votante socialista.

El PP ha mantenido al alza los resultados en Cataluña (se queda con el 18 por ciento de los sufragios), pero ha cedido a CiU —la gran vencedora de la noche— el segundo puesto como formación más votada. La federación nacionalista se queda con el 22,3% de los votos, mejorando notablemente su resultado de hace cinco años, cuando tuvo que conformarse con el 17,4% de los sufragios. ERC pierde dos puntos —pasa de 11,8 por ciento de los votos al 9,18—, y algo parecido le sucede a ICV, que pierde un punto y se queda con el 6% de los votos. Todo ello con una abstención del 62,5 por ciento, ocho puntos superior a la media española.

La de anoche ha sido la primera gran derrota electoral de Zapatero en Cataluña. En las últimas generales, el líder del PSOE cosechó en esta comunidad más de 1.600.000 votos. Los socialistas catalanes estaban tan convencidos del tirón electoral de Zapatero que colocaron como primera candidata del PSC a una desconocida Maria Badia. Es más: el candidato del PSOE, Juan Fernández López Aguilar, ni siquiera ha pisado Cataluña durante la campaña.

Pero, además, teniendo en cuenta que las elecciones autonómicas están previstas para el otoño de 2010 —eso si José Montilla logra agotar la legislatura—, es inevitable que los resultados de las europeas tengan una lectura en clave interna, que puede resumirse en el avance espectacular de CiU y en el retroceso, también espectacular, de las formaciones que integran el tripartito. El PSC es el peor parado, pero también Esquerra e Iniciativa retroceden.

La abstención se dispara

Tras una travesía por el desierto que se ha prolongado durante seis años, CiU vislumbró anoche en el horizonte algo parecido a un oasis. El candidato nacionalista y sustituto de Ignasi Guardans, Ramon Tremosa, ha conseguido movilizar a su electorado. Y eso que se pasó toda la campaña alabando las virtudes del «pacto del Majestic» entre CiU y el PP. Los populares, que han fiado su estrategia al discurso desacomplejado de Aleix Vidal-Quadras, mejora unas décimas su resultado. Santiago Fisas ha logrado su acta de diputado.

El porcentaje de participación fue del 37,4% por ciento. La elevada abstención se ha convertido ya en un fenómeno endémico en una comunidad que cada vez disimula menos el desapego que siente por su clase política.

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