Zapatero desafía los sondeos y dice que ganará como en el debate de la Nación
El PSOE no quiere creer en los sondeos que, casi con unanimidad, pronostican victoria del PP en las elecciones europeas del próximo domingo. Y José Luis Rodríguez Zapatero menos que nadie. Ayer, cuando el presidente del Gobierno llegó al Bilbao Exhibition Center (BEC) de Baracaldo ( ... Vizcaya) para participar en la Fiesta de la Rosa del PSE -comida-mitin con más de 6.000 militantes-, comentó en privado a la cúpula del PSE que las encuestas le permiten entrever remontada socialista.
Luego, un dirigente socialista aportaba a ABC claves del optimismo: el resultado de una elección europea, donde la gente no percibe que se juegue nada, depende del nivel de participación y el PP está cometiendo el «error» de polarizarla en extremo con asuntos morales - Mayor Oreja- y perfiles agresivos como el ataque por el uso del del avión oficial. Es decir, lo ideal para sacar de la abstención al votante del PSOE, argumenta esa fuente. Eso explica que un colaborador del presidente blasonara de que habían volado a Bilbao «en el Falcon» de la Fuerza Aérea.
Ya en público y ante una militancia más fría que en los mítines de pie, esperando el almuerzo, Zapatero insistió en el optimismo. Eso sí, por aquello de que es de bien nacido ser agradecido, comenzó reconociendo al PP el haber apoyado la investidura de López, pero añadió un «a pesar de lo que dicen de nosotros», premonitorio de lo que vendría a continuación. El jefe del Ejecutivo ve a Rajoy «nervioso», sin ideas, un líder de la oposición que ya no habla del debate sobre el estado de la Nación -ironizó-. y que «lleva más de un mes diciendo que en las europeas nos iban a dar una paliza». No ha sido capaz de decirle al Gobierno «estamos aquí para sumar» frente a la crisis. Por eso, prosiguió, cuando lleguen los buenos datos, «que no tardarán mucho en llegar», recalcó, en referencia a la previsible reducción del desempleo en mayo, «¿qué van a decir?».
Rajoy compartió las bofetadas dialécticas del presidente del Gobierno con el candidato Jaime Mayor, que, desde que se negó a comentar las declaraciones del cardenal Antonio Cañizares respecto al aborto y los casos de pederastia en la Iglesia irlandesa, es el blanco preferido de las críticas del PSOE. Zapatero se preguntó si Mayor «sabe a qué se presenta». «Europa no es la imposición de ningún credo, de ninguna moral», advirtió.
El líder socialista había empezado su intervención dando las gracias a Patxi López «por no humillarte ante nadie», en alusión al cambio de la fórmula nacionalista de promesa del cargo de lendakari: «Ante Dios humillado...». Zapatero pidió al PNV «la misma lealtad» con el PSE que éste tuvo durante 30 años de oposición, y dedicó buena parte de su discurso a lanzar mensajes a la izquierda abertzale: «Que sepan los violentos que su tiempo ha terminado, que Euskadi está harta, de la violencia, de la coacción y que quiere un siglo XXI en paz». Y López trabajará, dijo, por erradicarlas.
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