Zapatero: «La deriva de las fuerzas independentistas es incomprensible, un viaje a ninguna parte»

Zapatero se ha mostrado convencido de que la crisis en Cataluña necesita de una «respuesta política», pero se ha mostrado mucho más escéptico respecto a que la solución del problema dependa de una reforma constitucional: «No hay que poner grandes expectativas en la reforma de la Constitución para resolver el problema» , ha señalado al apuntar que «más importante es la voluntad política». Su respuesta política vendría más por la vía de la persuasión y el diálogo con los sectores soberanistas menos confesos: «Ir conquistando voluntades en favor de esa convivencia».

En sus intervenciones, menores que las de Aznar y González ya que tenía que marchar a un viaje a Venezuela , Zapatero ha defendido España como «una nación con una historia indiscutible», pero a la vez que reivindicaba su «identidad múltiple». A su juicio la fórmula de la convivencia territorial debe basarse en «un equilibrio razonable entre soberanía única y respeto a la identidad múltiple» .

Ha considerado que la actual situación es un «problema superable», poniendo en valor la «superioridad inequívoca de la unidad», y ha recordado que «tuvimos un plan Ibarretxe que se resolvió políticamente» y que ahora el País Vasco «con su singularidad acusada forma parte del proyecto español» .

Zapatero ha recordado que en el mundo solo ha habido dos referéndums, en Quebec y en Escocia, y ha vaticinado que en ninguno de los dos sitios se repetirán. Los ha tomado como ejemplo para asegurar que los referéndum de «sí o no» son «instrumentos de confrontación» en los que «quien pierde quiere la revancha» y que frente a eso hay que defender que «la superioridad siempre viene del consenso». Ha concluido el expresidente socialista que «no hay ningún atisbo de autodeterminación» porque «no hay ninguna democracia que vaya a llevar a cabo una secesión territorial».