Zapatero cree que retrasar la jubilación no recorta los derechos de los trabajadores
Zapatero cree que retrasar la jubilación no recorta los derechos de los trabajadores
MARIANO CALLEJA
MADRID. Un ingenuo quizás habría esperado un debate intenso en un partido que se llama socialista cuando el Gobierno, un día antes, ha propuesto una reforma del sistema de pensiones, que afecta directamente a los trabajadores al retrasar la edad de jubilación hasta ... los 67 años. El que se mueva no sale en la foto, diría Alfonso Guerra, y ayer, en el Comité Federal del PSOE -máximo órgano interno entre congresos-, apenas se produjo alguna tímida advertencia por los efectos que puede tener la medida en las relaciones con los sindicatos, y un par de críticas aisladas de la corriente Izquierda Socialista. Todo lo demás fue férrea disciplina, salva de aplausos y piña con el líder para que siga adelante con sus propuestas. Sobre la sucesión de Zapatero y su candidatura en 2012, todos obedecieron las órdenes del jefe y el debate se obvió.
José Luis Rodríguez Zapatero centró parte de su intervención en la propuesta aprobada por el Consejo de Ministros sobre el futuro del sistema de pensiones, que ahora se trasladará a la Comisión del Pacto de Toledo, en el Congreso. Primero dejó bien claro que son propuestas «para el diálogo y el acuerdo». Y luego recordó que son reformas «pensando en el medio-largo plazo, en 2020, 2025 o 2030». «Es verdad que al Gobierno le podía resultar más cómodo no hacer nada y decir: bueno, que el Gobierno de 2020 afronte los problemas que tenga con la Seguridad Social», dijo Zapatero, quien sacó pecho y añadió que ellos no son así. «Nosotros pusimos en pie en España la Seguridad Social».
Dicho esto, Zapatero reconoció que la propuesta para retrasar la edad de jubilación es «razonable». Una posición que choca con lo que siempre ha mantenido en el Congreso, donde aseguraba que con el PSOE jamás se recortarían derechos de los trabajadores. Más tarde, al referirse a la próxima reforma laboral, subrayó que lo que no se hará en ningún caso será «mermar los derechos de los trabajadores». «Ésa sería la única reforma que no sería la buena».
Aval general
La intervención de Zapatero provocó 29 peticiones de palabra. El debate parecía abierto en el seno del Comité Federal. Pues no. El presidente del Gobierno recibió un aval general, como el de José Antonio Griñán, Francesc Antich, José María Barreda o Guillermo Fernández Vara.
Desde Asturias llegó la primera advertencia. Su presidente autonómico, Vicente Álvarez Areces, sostuvo que el Gobierno no puede causar «fracturas» con sus mejores aliados, los agentes sociales. «Son los que tienen que dar su opinión», avisó. También el secretario general del PSOE asturiano, Javier Fernández, pidió que a la hora de hablar de jubilación se tenga en cuenta la situación de sectores como la minería.
Tomás Gómez (Madrid) y Daniel Fernández (Cataluña) se pronunciaron a favor de las buenas relaciones con los sindicatos, y Jorge Alarte (Valencia) pidió una campaña explicativa. Desde Izquierda Socialista, Juan Antonio Barrio y José Antonio Pérez Tapia se abstuvieron al votar la resolución política, cuestionaron la reforma y pidieron que se negocie con flexibilidad.
Sobre la sucesión de Zapatero, Pedro Castro se atrevió a tocar el asunto, pero sólo para decir que tienen al mejor presidente y no quieren más debate. El extremeño Ramón Ropero fue más allá y dijo que Zapatero es el mejor candidato para las municipales, autonómicas y generales. El jefe del Gobierno le echó humor, y al hablar de las pensiones en el futuro dijo: «Por muchos años que esté en el Gobierno, en el 2020...»
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