Ciudadanos busca la renuncia de Ignacio Aguado para dar paso a Edmundo Bal o a Ángel Garrido

La candidatura de Aguado a la Comunidad de Madrid , por tanto, no está tan clara como hace 48 horas. Él ya ha dicho privada y públicamente que quiere presentarse; se siente con fuerzas y ánimo de revancha para remontar los pésimos presagios y conseguir ser llave para la gobernabilidad. En su entorno dan por segura su candidatura, salvo que en la dirección nacional se promocione a otro rival. Y ahí está la clave de esta cuestión: fuentes de la dirección partidarias de que abandone aseguran que ni siquiera la presidenta, Inés Arrimadas, se siente con la fortaleza suficiente para reclamarle un paso atrás. «Si Cs quiere sobrevivir en Madrid, Aguado se tiene que ir», afirman además los críticos en el partido a nivel regional.

Entretanto, el equipo de Aguado está acelerando la preparación de la campaña electoral para hacerse fuertes y obligar a Arrimadas a aceptar los hechos consumados.

De Garrido gusta su perfil de gestor, que puede combatir el rol más político de I sabel Díaz Ayuso entre el electorado más pragmático. Como presidente autonómico con el PP , recuerdan en la dirección de Cs, resolvió con solvencia el conflicto entre los taxis y las VTC. Además, es un rostro conocido.

Pero en las últimas horas ha ganado fuerza el nombre de Bal, nuevo portavoz del partido, que es ampliamente respetado también entre sus rivales y es una figura reconocida pese a su poco tiempo en política. Su enfrentamiento al Gobierno de Pedro Sánchez cuando era abogado del Estado puede romper el marco del PP de que Cs se ha convertido al ‘sanchismo’.

El martes, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces del Congreso, echó balones fuera. A preguntas de la prensa respondió que está encantado con su trabajo parlamentario y que como portavoz debe ser neutral ante unas primarias aún por convocarse. Pero internamente hay quienes lo ven como la mejor opción para rebasar el cinco por ciento de los votos y entrar en la Asamblea de Madrid. Antes de valorar estas dos opciones, se preguntó a la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís , si estaría dispuesta a dar el salto a la comunidad, pero ella está a gusto en el Ayuntamiento. A diferencia de Bal, sí niega tajantemente en público su posible candidatura.

El partido está en una situación de fragilidad y no se puede enfrentar ahora a un proceso interno que lo fracture por la mitad. Por ello, se baraja hacer una oferta generosa a Aguado como ser el número dos con un peso importante o prometerle después un puesto en el Senado con un rol clave.

Más en un momento complicado, con el riesgo de un goteo incesante de salidas. El martes Marta Marbán y Sergio Brabezo , diputados en la Asamblea, abandonaron Cs, tal como informó Sara Medialdea . Pero dirigentes autonómicos y nacionales de Cs creen que los votantes de Cs culpan a Aguado de su enfrentamiento con Díaz Ayuso y que no se pueden permitir concurrir en Madrid con la única opción de pactar a la izquierda. Menos aún con Pablo Iglesias en escena.