Villarejo cobró más de 400.000 euros por espiar al empresario del deporte Joaquín Molpeceres

Las pesquisas se siguen en la pieza separada número 29 de la macrocausa Tándem sobre el polémico policía en la Audiencia Nacional y que estaba bajo secreto hasta esta semana. De acuerdo a la documentación a la que ha tenido acceso este diario, se investigan dos proyectos correlativos que habría impulsado Chávarri entre 2012 y 2015: 'Grass' (césped) sobre Molpeceres y 'Hacha', sobre sus propios socios de despacho. En total, constan facturas de más de medio millón de euros.

Según explica en un informe la Fiscalía Anticorrupción, Vila-Coro era un antiguo conocido de Villarejo e hizo de intermediario cuando Chávarri, que se estaba divorciando, afrontaba en una de sus empresas un concurso en el que su exsuegro era el principal acreedor . Se trataba de Molpeceres, célebre empresario relacionado con el deporte y de perfil controvertido, pues se ha visto salpicado en causas como Lezo hasta que se archivaron las actuaciones sobre él, y en los 'papeles de Bárcenas', donde no resultó imputado.

Chávarri creía que Molpeceres se había compinchado con el administrador concursal, Luis Pérez Gil, ya fallecido, y recurrió al comisario para impedir que de la liquidación pudiera «derivarse una inhabilitación como sanción o bien que pudiera verse gravemente afectado su patrimonio y el de sus hijas».

Contrató a Stuart&Mckenzie, una de las empresas del Grupo Cenyt «para conseguir la máxima información personal, patrimonial e incluso averiguar la posible comisión de antiguos hechos delictivos por parte de Molpeceres y Pérez Gil y así poder conseguir el cese de los supuestos ataques que vendría sufriendo hasta ese momento«. Consta ya en el sumario que tuvo acceso al tráfico de llamadas, al menos, del administrador concursal.

A cambio, una batería de facturas emitidas a Chávarri & Muñoz Abogados -despacho que ha cambiado varias veces de denominación social desde entonces- y a otra sociedad del abogado, Vara Gestión de Activos, en favor de la empresa de Villarejo por importe total de

Las facturas, a las que tuvo acceso este diario, no reflejarían la realidad de los servicios contratados, como en otros trabajos de Villarejo, al consignarse con conceptos amplios como «colaboración en asuntos varios» o «colaboración profesional».

En este sentido, uno de los audios incorporados a esta pieza separada y fechado en noviembre de 2012 recoge cómo Antonio Chávarri y el comisario departen sobre el modo de conseguir que las transacciones no sean transparentes.

«En cuanto a la opacidad del pago, nosotros estamos empezando a pasar dinero, claro, lo que pasa que o lo pagamos nosotros directamente o lo vamos pasando a una sociedad , entonces ya vamos pasando... ya vamos pasando dinero para hacerle frente primero, a los primeros 250.000«, dice Chávarri a Villarejo, que contesta con un »efectivamente, Antonio«.

Para el abogado, «lo delicado es la primera parte» y por eso proponía al comisario fraccionar el importe previsto por sus servicios, tal y como consta en la transcripción de la charla realizada por Asuntos Internos:

- Chávarri: ¿Os viene bien hacerlo en dos partes? ¿Os importa que lo hagamos en dos partes? ¿45 y 45?

- Villarejo: Eh...tan poca...mes

- Antonio: ¿20 días?

- Villarejo: Uf, es mucho tiempo, bueno si son 15 días, 15 o 20 días podemos apañarnos, es que nosotros, nosotros ya....nosotros el sistema es, dada la rapidez además y de la cierta urgencia, ir un poco en aluvión, entonces eh...

- Antonio : Esta semana os hago 45 y...es que es una cuestión de estética, o sea...no puedo sacar 90.000 euros de una cuenta por cuatro informes, es que joder, tienes que hacer algo más dentro de esa..., sobre todo que sean dos meses distintos, un mes pues en Noviembre y aunque sea el 1 de Diciembre, pero ya son 2 meses, es una contabilidad distinta».

El primer pago que recoge el auto del juez es de noviembre de 2012 y por importe de a la que se envió una segunda un año más tarde por 42.350 euros. El resto de los pagos fueron en facturas al despacho de abogados por importes de entre 30.250 euros y 60.500 y constan diez, algunas en borrador, repartidas en los trimestres de 2013.

Pero no sólo Molpeceres fue un objetivo. El propio Vila-Coro, que habría intermediado en el primer encargo según la tesis de los investigadores, acabó siendo objeto de una segunda encomienda que Chávarri habría hecho a Villarejo en junio de 2014 , cuando constató que pese a tener la presidencia y el 70% de las acciones del bufete, los dos socios minoritarios, incluido el mencionado, «le habrían despojado tanto de sus derechos políticos, como de la gestión».

Se trata del 'Proyecto Hacha', que el juez ha acordado investigar conjuntamente con 'Grass' en la misma pieza separada dado que el cliente es el mismo, sociedad actualmente denominada Celtíbero Servicing, que actuó ante el Grupo Cenyt durante el desarrollo de la contratación y ejecución de los servicios contratados por medio de su socio mayoritario Antonio Erico Chávarri».

«El cometido de este encargo a Stuart&Mckenzie es la realización de diversas acciones de análisis jurídico y legal, asesoramiento, consejo y negociación que, de manera directa o indirecta, ayude al cliente, Antonio Chávarri, a recuperar la gestión de la empresa«, explica la Fiscalía Anticorrupción.

En este caso, los honorarios se encontraban condicionados al éxito de los objetivos propuestos y así, dependiendo de los resultados conseguidos, la cuantía oscilaría entre los 75.000 y los 125.000 euros, más IVA. Lo que se ha constatado con un borrador de factura y un ingreso del despacho de abogados a las cuentas de la empresa de Villarejo, es que medió un pago en enero de 2015 por importe de 30.250 euros.