Una vieja figura que arranca de los planes de Castiella, ministro de Exteriores de Franco
Fue Fernando María Castiella, el ministro de Asuntos Exteriores que en tiempos de Francisco Franco más se empeñó en la cuestión gibraltareña, quien a raíz de la puesta en marcha de los planes de desarrollo insistió en que la forma de contribuir a que el ... Peñón volviera a estar bajo soberanía española era recuperar la deprimida economía de la zona del Campo de Gibraltar. Un intento de hacer una sola provincia con esa zona no salió adelante, pero como sustitutivo se creo una infraestructura que instituía una pseudoprovincia que fue puesta bajo el mando de un gobernador militar del Campo de Gibraltar. Éste a su vez estaba integrado en una comisión de la que formaban parte distintos ministerios.
Posteriormente se nombró un delegado especial del Ministerio de Asuntos Exteriores para el Campo de Gibraltar con el fin de darle una visibilidad política a la estructura y, si resultaba posible, generar entre los llanitos una opinión favorable al retorno a España. Para ello se decidió que el puesto fuera ocupado por un diplomático, y por él han pasado profesionales como Jaime Aguirre de Cárcer, Érik Martel o Luis Pedroso, hasta que, en torno al año 1984, éste último cesó en el cargo, que por cierto está vinculado al Consulado de Tánger (Marruecos) por razones administrativas. Desde entonces, lo que ha funcionado es una Oficina, a cuyo frente ha estado Esteban Bravo, un ingeniero con experiencia en distintas misiones internacionales y próximo ya a la jubilación, que a lo largo de unos veinticinco años ha sido la persona encargada de realizar para España valiosos los análisis y estudios sobre la situación en Gibraltar.
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