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Una vidente declara contra la acusada en el juicio de Mijas

Una vidente declaró ayer en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Málaga por el asesinato de la joven Rocío Wahnninkof que la acusada, Dolores Vázquez, le confesó que Alicia Hornos, madre de la víctima y ex compañera sentimental, lloraría «lágrimas de sangre». También subrayó que la acusada responsabilizó a la joven asesinada de la ruptura con su madre. La vidente Marisa Sevillano recordó que la acusada fue a su consulta el 14 de abril de 1999, unos meses antes del crimen. Afirmó que llegó con otra persona, aunque estuvo sola en la sesión de parapsicología.

La acusada, según la vidente, le dijo que tenía un problema sentimental y que quería volver con su pareja. Le contestó que esa relación estaba rota y que su ex compañera sentimental había rehecho su vida. La vidente se refería a Juan Cerrillo, compañero de Alicia Hornos durante los últimos años. También le dijo que había roto con Alicia «por culpa de uno de sus hijos», refiriéndose concretamente a Rocío. La testigo señaló que no le preguntó a su cliente por su pareja, pero supo que era una mujer porque la acusada es muy «hombruna».

A preguntas del fiscal, la testigo respondió que identificó a la acusada tras ser detenida por la Guardia Civil y que, a través de una persona de su gabinete, se puso en contacto con la Benemérita. Recordó que el 13 de septiembre dos agentes le tomaron declaración en su despacho. Según la testigo, en el testimonio de Dolores Vázquez había mucho odio.

DUDAS EN LA SALA

En la vista oral declaró además Rosario Trujillo, la madre del novio de Rocío. Su testimonio sembró más dudas en la sala, ya que afirmó que Rocío vestía la noche en que desapareció una chaqueta de color marengo con cremallera, que no corresponde con la sudadera que fue encontrada en el lugar del crimen. Tanto la defensa como el ministerio fiscal mostraron interés por aclarar este capítulo, ya que en la instrucción del caso y en el juicio se han dado varias versiones. La testigo se echó a llorar cuando recordó las palabras que le dijo a Rocío la última vez que la vio con vida.

Por último, un taxista dijo que escuchó un grito y ruido en el lugar donde desapareció la joven, aunque no puso los hechos en conocimiento de la Guardia Civil hasta que no se enteró de lo ocurrido. Además, afirmó haber visto en la zona a un hombre de rasgos árabes en un todoterreno.

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