CiU vende cara su abstención con un «váyase», Zapatero
Los nacionalistas catalanes eran ayer la estrella de la jornada parlamentaria más dramática que ha vivido Rodríguez Zapatero. CiU anuncia que no apoyará los Presupuestos
Los nacionalistas catalanes eran ayer la estrella de la jornada parlamentaria más dramática que ha vivido Rodríguez Zapatero desde que llegó al poder en 2004. De sus diez votos dependía el todo o la nada del presidente, el infierno total o el purgatorio. Y los ... catalanes de CiU optaron por esto último. Salvaron de las llamas a Zapatero con su abstención al decreto ley que aplicará el mayor recorte social de la democracia, pero a cambio lo ha condenado a un fuego lento que se avivará en diciembre, cuando no pueda contar con el voto de los diputados catalanes para sus presupuestos de 2011.
Fecha de caducidad
Un precio muy alto el que tendrá que pagar el Gobierno socialista por el salvavidas que le lanzó ayer el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, ya que éste puso sus condiciones: «Asuma su responsabilidad, realice los deberes que le piden desde fuera, deshaga todo lo que ha hecho mal, que no es poco, y cuando apruebe los Presupuestos, váyase». En otras palabras, CiU ya le ha puesto fecha de caducidad al Gobierno de Zapatero, al afirmar que «esto ya no se aguanta más y su etapa está finiquitada». Pero antes le puso los deberes, entre ellos «asumir las funciones que le corresponden», como traer al Parlamento un acuerdo de reforma laboral y aprobar los presupuestos, que no contarán con el apoyo de los nacionalistas catalanes.
Antes de decirle a Zapatero que se vaya, Duran justificó la abstención de su grupo en que no quiere que «España caiga más todavía. Si no se aprueba, los funcionarios estarán en peores condiciones y no quiero que España sea intervenida como Grecia». Finalmente, señaló que «el problema no son los funcionarios, es usted».
Todos los grupos minoritarios, que intervinieron en el Pleno antes que CiU, coincidieron en hacer culpable de la situación a Zapatero. La unanimidad fue total, tanto de los que votaron en contra (PNV, IU-ERC-ICV, BNG, Nafarroa Bai y UPyD) como de los que finalmente se abstuvieron (CC y UPN).
El trago más doloroso para el presidente Zapatero fue sin duda el del PNV, su aliado en los últimos presupuestos, que ayer lo abandonó votando no al decreto ley. El diputado Pedro Azpiazu calificó este recorte social como «caprichoso, ineficaz y costoso», fruto de una política económica «errática, confusa y equivocada». A juicio de los nacionalistas vascos, «el despilfarro electoralista está en el núcleo de la crisis» y el «liderazgo del presidente está en entredicho».
Presidente, empitonado
Desde ERC, el portavoz Joan Ridao, le dijo a Zapatero que «el toro le ha empitonado» y que no tiene ni «capacidad, ni liderazgo político ni económico». En este mismo sentido, el diputado de IU, Gaspar Llamazares, afirmó que el presidente ha «renunciado a los valores de la izquierda» y que este decreto es el «camino irreversible para la huelga general». El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, afirmó que el Gobierno ha «cogido el camino equivocado» y Uxue Barcos, de NaBai, consideró el recorte un «tijeretazo por donde caiga». Finalmente, Rosa Díez, de UPyD, subrayó que la situación es de «emergencia nacional» y le pidió que «convoque elecciones».
CC se abstuvo y su portavoz, Ana Oramas, apuntó a Zapatero como responsable. UPN también se abstuvo y su portavoz, Carlos Salvador, hizo al presidente responsable de la situación «por su incapacidad».
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