«A ETA se le vence, no se le convence»

Una gran pancarta encabezaba la marcha con el lema «No más mentiras. No más treguas trampa, en mi nombre no». Entre sus portadores figuraba el presidente de Voces contra el Terrorismo, Francisco José Alcaraz, quien advirtió que «la rebelión cívica» será siempre la respuesta a las decisiones del Gobierno «que puedan dar algo de oxígeno a ETA», por ejemplo, el regreso de Batasuna a las instituciones. Alcaraz se vio arropado por el núcleo del PP que cree ver una nueva negociación entre el Ejecutivo y la banda. Esto es, los eurodiputados Jaime Mayor Oreja, Carlos Iturgáiz; la ex dirigente del PP vasco María San Gil; Regina Otaola, Pilar Elías, así como José Antonio Ortega Lara, que fueron recibidos con aplausos. Mayor, que se mostró convencido de que Batasuna podrá presentarse a las próximas elecciones, dijo que «Zapatero necesita a ETA para hacer una segunda transición y ETA necesita a alguien como Zapatero que le ponga España patas arriba».

Algunos de los participantes mostraban fotos de personas asesinadas por la banda, y muchos, banderas de España y pequeñas pancartas con el lema de la convocatoria.

También fue, pero no estuvo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que hizo acto de presencia cuando la manifestación discurría por la calle Serrano. Eludió ponerse en la cabecera y mostró su apoyo a la convocatoria con declaraciones desde uno de los laterales. Fue sin duda la más ovacionada y vitoreada, con gritos como «presidenta, presidenta» o «Esperanza al poder». En alusión a la presentación, el lunes, del nuevo partido de Batasuna, Aguirre advirtió que «la semana que viene va a ser fundamental y tenemos que estar diciéndole al Gobierno que, como dijo el vicepresidente y ministro del Interior, España no se merece un Gobierno que mienta». Dicho esto, precisó que con ello no está diciendo que el Ejecutivo mienta ahora. Además, quitó significado a la ausencia de Rajoy, si bien dijo que había motivos suficientes para acudir, por ejemplo el «caso Faisán».

Lo cierto es que, desde sus inicios, la manifestación se convirtió en un acto contra el Gobierno y, especialmente, contra Rodríguez Zapatero y Pérez Rubalcaba. De hecho, el grito más repetido fue el de «Zapatero, dimisión», seguido por el de «a ETA se le vence, no se le convence». También se pudieron escuchar otros como «Rubalcaba, traidor» y «Rubalcaba papanatas, el faisante te delata». Esto es, más consignas contra el Ejecutivo que contra la organización criminal en una marcha que ha sido preventiva, por cuanto se pretendía denunciar una posible negociación a partir de la tregua trampa» anunciada por la banda a principios de año.

Pasadas las seis de la tarde, la marcha llegó a la Plaza de Colón.