El PP vasco defenderá un final de ETA sin impunidad
Los populares denuncian que se les quiere arrinconar presentándolos como unos «inmovilistas que no desean la paz»
ITZIAR REYERO
“No consentiremos que nos arrinconen. Quieren llevarnos otra vez al rincón de la política vasca, hacer ver que somos los inmovilistas que no deseamos la paz, y eso es intolerable. Por supuesto que no estamos ciegos, reconocemos que hay ciertas novedades y somos los ... primeros en desear que ETA termine de una vez, pero no nos vale cualquier final. No vamos a tragarnos otra farsa más y seremos exigentes con los gobiernos de Madrid y Vitoria para que eviten que los radicales se cuelen”. Iñaki Oyarzabal , secretario general del PP vasco y hombre de máxima confianza de Antonio Basagoiti, es tajante a la hora de proclamar la “unidad inquebrantable” de discurso entre la dirección regional y Génova. Y lo es pese a que unas declaraciones suyas realizadas esta semana en los pasillos del Parlamento vasco han dado lugar a especulaciones sobre supuestas contradicciones en el mensaje de los populares, como se han encargado de repetir desde el PNV, el PSE y el propio lendakari.
“Han sido sacadas de contexto interesadamente. Si hablo de optimismo y esperanza lo hago en alusión a los frutos que está dando la política de firmeza y la Ley de Partidos, que ha permitido debilitar a ese mundo y que les obliga a dar pasos forzados para no desaparecer. Para nosotros, la única buena noticia será la desaparición del terror”, asegura a ABC Oyarzabal, quien insiste en que el “análisis” es el mismo en Génova o en Bilbao. “ Sortu está al servicio de ETA. Es otro engaño más”, resume.
Lo cierto es que independientemente de interpretaciones más o menos acertadas, el número dos de los populares vascos empleó términos hasta ahora desconocidos en el vocabulario del PP en materia antiterrorista. Conceptos como “esperanza” y “generosidad” nombrados el jueves por Oyarzabal han sido históricamente “patrimonializados” por el PSOE y los nacionalistas, mientras que los populares, más ortodoxos en su discurso, eran sistemáticamente acusados de inmovilistas. Como si por genética el PP estuviera incapacitado para vislumbrar un futuro sin ETA. Un corsé presente en la etapa anterior de Mayor Oreja y de María San Gil , que les llevó a sufrir el ostracismo del resto de fuerzas políticas en el País Vasco , y ante el cual los de Basagoiti han logrado imponerse sin traicionar sus principios.
Discurso coherente con Génova.
Como Oyarzabal, la actual ejecutiva del PP vasco defiende que aún más importante que las convicciones, lo es saber verbalizarlas para que lleguen a la gente. “Nosotros también podemos hablar de futuro, de divisar el final del terrorismo”, señala el número dos de Basagoiti, quien apuesta por modular el tono del discurso, pero sin tocar el fondo del mensaje. Siempre desde la firme convicción de que el final de ETA solo puede llegar desde “la exigencia al Gobierno para que cumpla y desde la necesidad irrenunciable de Justicia, dignidad y memoria de las víctimas”, recalcan. En defensa de una derrota de los terroristas sin impunidad ha registrado esta semana el grupo del PP una iniciativa en la Cámara de Vitoria .
Más allá de la verbalización de sus principios políticos –insisten los populares vascos- tanto la dirección nacional como la regional coinciden en un mismo análisis: los hechos demuestran que la pretendida reconversión de Batasuna a la democracia viene “forzada” por la Ley de Partidos y sus “prisas” por llegar a los ayuntamientos. “No se han movido ni un milímetro más allá de la necesidad de cubrir el expediente que exige la ley. De hecho, no tenemos ninguna prueba que nos diga lo contrario”, sostiene Oyarzabal, quien insiste en que si el Estado de Derecho consigue que Sortu-Batasuna se quede fuera de las instituciones, estaremos más cerca de la “derrota definitiva” de los intolerantes.
El pacto PSE-PP, intocable
Pese a que algunas voces procedentes de Génova apuntaban a que el pacto en el País Vasco corre peligro si se demuestra que el Gobierno no hace lo suficiente para impedir la entrada de los ilegalizados en las urnas, desde el PP vasco sostienen que el pacto por el cambio en el País Vasco sigue siendo el “bien mayor” y goza de “buena salud”. Aún así, no ha gustado nada a los de Basagoiti las declaraciones del presidente del PSE , Jesús Eguiguren , empeñado como está en salvarle la cara a la “izquierda abertzale”, o el propio lendakari, mucho más crédulo que su socio sobre la conversión de Batasuna. Para Oyarzabal, “el lendakari peca de ingenuo al lanzar las campanas al vuelo, porque lo único que está claro aquí es que ETA no se ha movido ni un milímetro”.
Mientras tanto, los partidos nacionalistas han iniciado una intensa campaña a favor de la legalización de Sortu y han llegado incluso a pedir al lendakari que convoque elecciones anticipadas, deslizando la idea de ilegitimidad del actual gobierno vasco. PNV , EA y Aralar hablan ya de hacer realidad una “auténtica transición” en el País Vasco , como si el final del terrorismo de ETA tuviera como peaje la obligación de renegociar el estatus quo plasmado en la Constitución y el Estatuto de Guernica. El PNV ha advertido incluso que si Patxi López no lidera el diálogo entre partidos, Sortu incluido en la mesa negociadora, serán ellos quienes lo hagan. El jueves, 24 horas después de su primera entrevista en un año con López, Iñigo Urkullu anunciaba su intención de hablar él directamente con Zapatero y Rajoy.
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