Urkullu no cierra la puerta a la gran coalición si se atienden las «cuestiones vascas»

El lendakari ha reconocido que en estos momentos todo acercamiento al PNV para que dé su apoyo a una fórmula de Gobierno está en vía muerta. «Para lo que yo conozco en relación con el PNV, hasta el día de hoy, sí, y con los días que quedan por delante, como plazo para posible disolución de las Cortes y convocatoria de unas elecciones generales nuevamente, parece que no se dan las condiciones . Sigue siendo todavía el momento de buscar más los síes que los noes, pero no creo que sea la disposición que se da en los partidos grandes que pudieran tener una responsabilidad de gobierno», ha indicado.

«Lo que los diputados del PNV y senadores del PNV atenderían sería una fórmula en la que cualquier partido de implantación estatal tuviera las cuestiones vascas sobre la mesa, dispuestas a dialogar y a negociar », ha incidido. Hasta el momento, sin embargo, una propuesta como la conformada por PSOE y Ciudadanos «no ha contemplado ninguna de las cuestiones que afectan al ámbito de la comunidad autónoma del País Vasco».

¿Descarta que los nacionalistas vascos entren en negociaciones de última hora para evitar nuevas elecciones? «No descarto nada, porque uno no sabe cómo se pueden conducir las conversaciones entre otras formaciones políticas y a qué obedecerán las decisiones que se puedan dar. En lo que respecta al PNV, de lo que yo sé es que no hay ningún planteamiento por parte de ninguna formación política », ha insistido.

«La vocación del PNV por lo que pueda ser un ejercicio de responsabilidad institucional que dé estabilidad ha sido siempre , haya estado en la oposición o haya estado en el Gobierno, en las instituciones vascas, o haya participado en las cortes generales. Es un ejercicio de responsabilidad permanente el que ha venido practicando el PNV», ha defendido ante la pregunta de si un miembro de su partido podría llegar a integrarse en un futuro Gobierno central. «El PNV es muy consciente de la situación que afecta al conjunto del Estado español y del contexto económico y social que se da en el ámbito de la Unión Europea como también el político e institucional», ha añadido.

«Téoricamente y prácticamente [al País Vasco] lo que le quedan son 24 materias y funciones contempladas en el Estatuto de Guernica pendientes de se transferidas », ha apuntado el lendakari en alusión a una de las demandas que viene formulando el PNV. En esta lista ha citado los aeropuertos y puertos en régimen de concesión, el sistema ferroviario, la gestión del régimen de la Seguridad Social sin ruptura de la caja única y la gestión de centros penitenciarios. Sobre este punto ha recordado que llevan «reivindicando desde hace muchos años una legislación penitenciaria que es posible gestionar de otra manera. Debe ser enfocada a la resocialización y reinserción. Siempre desde el cumplimiento de la legalidad».

El lendakari, a pesar de que se vive un «momento de indecisión o incógnita», se ha referido de esta forma al encuentro entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de Cataluña, Carles Puigdemont: «Espero que se llegue a una comprensión de la necesidad de abordar definitivamente la reflexión sobre la complejidad de un modelo de Estado plurinacional y que en una próxima legislatura del conjunto del Estado esta reflexión pueda tener cabida en las acciones desde el Gobierno español en colaboración con los Gobiernos de las nacionalidades históricas».

«En la práctica hay un ejercicio permanente de recentralización », se ha quejado Urkullu. «En el caso vasco es una posición no ya solo de una reivindicación del reconocimiento de la nación en orden a lo que es el cumplimiento de la propia Constitución Española, de que somos una nacionalidad, por lo tanto será una expresión de que somos una nación, sino que, más allá de lo que es el ámbito competencial, exista un régimen de garantías del cumplimiento de esas competencias. Se trata de un desarrollo del autogobierno de manera garantizada». Ha insistido: «Estamos viendo un ejercicio unilateral por parte del Gobierno español, de una interpretación del Estatuto o la Constitución no tomando en consideración lo que en el año 1978 y 79, cuando se aprobó el Estatuto de Guernica, se interpretó como un pacto».

Acerca del escaso apoyo a las posturas independentistas que reflejan las últimas encuestas en el País Vasco, esta ha sido la valoración de Urkullu: «Ni me anima ni me desanima, vivimos en una sociedad del siglo XXI donde determinados conceptos todavía son utilizados a modo de lo que eran a prinicipios del siglo XX, creo que estamos en otra realidad social, política, institucional, donde lo que pueda ser una pregunta sobre independencia quizá distorsiona lo que sea esa voluntad mayoritaria de más autogobierno, de más capacidad de decisión, de más soberanía, aun cuando sea en soberanías superpuestas o compartidas».

Lo que ha evitado, preguntado al respecto, es referirse a la candidatura a lendakari de Arnaldo Otegi: «Abogo porque el líder del PNV sea el que tenga más votos y le corresponda al PNV liderar la responsabilidad de Gobierno», ha eludido la cuestión.